¡UN GOLAZO “Maradoniano”! Antes de que naciera el “famoso Diego Armando”, en el Centenario, lo vi, lo hizo ¡CARLITOS ROMERO! Un Campeón Mundial de 1950.
Éramos pupilos del San Javier, y bajamos a la capital a confraternizar con nuestros pares del Seminario, el Sagrado Corazón ubicado en la calle Soriano.
Don José Pedro Bruno, legislador del Partido Nacional por Tacuarembó, padre de Felipe Bruno nos llevó al Palco Oficial del Estadio Centenario para disfrutar del partido Peñarol – Danubio; nos dejó a los tres (Felipe, Pablo y el que esto escribe) y se fue a Maroñas donde se disputaban carreras importantes. Cuando finalizó el partido pasó por el Estadio a buscarnos.
No recuerdo el resultado del partido, creo que ganó Peñarol, pero de ese día si recuerdo ¡LA JUGADA del partido!
Carlos Romero, el insider derecho de Danubio, integrante del plantel campeón del mundo en 1950, tomó la pelota en mitad de la cancha y comenzó a avanzar dribleando rivales; eludió a Roberto Gonzalvo, luego a Santiago Pino, después a Mirto Davoine y nuevamente a Gonzalvo que se había recuperado y ante la salida de Roger Bernardico (el arquero), la tocó suavemente contra el palo. La fue a buscar el fondo de la red, y al trotecito, humildemente llegó a depositarla en el centro del campo para que moviera Peñarol.
Corría la segunda mitad del siglo pasado (temporada 1957) y es ese GOL que relaté, el PRIMERO y uno de los más HERMOSOS, de concepción individual que recuerdo.
Aquí la imagen de Romerito, que solo supo vestir dos camisetas: la franjeada de Danubio y la celeste de Uruguay en sus 15 años de actividad.
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