Montevideo (Uypress)- Los senadores y expresidentes José Mujica (FA) y Julio María Sanguinetti (P. Colorado), dejaron sus bancas en el senado, despedidos por sus iguales, dándose un fuerte abrazo, síntesis clara del sentir republicano y democrático que impera en el Parlamento.
El expresidente José «Pepe» Mujica se despidió de la vida parlamentaria luego de más de 25 años en ella, primero como diputado y luego como senador. Agradeció los elogios de sus colegas, tanto correligionarios como de otras tiendas, y habló del amor y el odio.
El recuerdo para Alejandro Atchugarry: «Un liberal de marca mayor»
«Hay un tiempo para llegar y hay un tiempo para irse en la vida. Le tengo que agradecer a los funcionarios que en estos 26 años en esta casa me han soportado, sé que algunos ya no están. Quiero también agradecer a muchos colegas, diputados y senadores, con los que he compartido horas duras y otras hasta jocosas. Los quiero simbolizar en uno que se sentaba en esta butaca, (Alejandro) Atchugarry, un liberal de marca mayor, no un liberal en economía, en la humanística».
«Supimos ser adversarios sin una ofensa a lo largo de los años y cuando me tocó ser ministro me llamó por ahí en un boliche y me dijo: ‘Pepe, ten cuidado con esto con esto y con esto’; y cuando se enteró que teníamos contradicciones en nuestro gobierno me llamo y me dijo: ‘Pepe…'».
«Un hombre de categoría superior, que no está entre nosotros. Y lo quiero nombrar como un símbolo de algo perdurable que hay que conservar que es la bonhomía a pesar de las rispideces de este país, que siendo pequeño tiene que huir de las grietas y tiene que lograr una media de cosa común que se mantenga en el tiempo a lo largo de los años», añadió.
«Me ha echado la pandemia»
«Esta situación me obliga, con mucho pesar por mi honda vocación política, a solicitar que gestione mi renuncia a la banca que me otorgó la ciudadanía», escribió Mujica en una carta leída este martes en sesión extraordinaria del Senado. «Me ha echado la pandemia».
«Porque me tiró el virus pa’ fuera, porque tengo 85 años y una enfermedad inmunológica. Me encanta la política, pero más me encanta no morirme».
Mujica dijo que se va del Senado porque lo «está echando la pandemia», ya que «ser senador significa hablar con gente y andar por todos lados, el partido no se juega en los despachos». En este sentido, dijo estar «amenazado por todos lados», ya que sufre una «doble circunstancia», la «vejez» y «una enfermedad inmunológica crónica».
Luego volvió a referirse a los elogios que recibió y dijo: «Han sido muy elogiosos, demasiado elogiosos. Yo tengo mi buena cantidad de defectos, soy pasional, pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio».
«Aprendí una dura lección que me impuso la vida, y es que el odio termina estupidizando, porque nos hace perder objetividad frente a las cosas. El odio es ciego como el amor, pero el amor es creador, y el odio nos destruye. Una cosa es la pasión y otra cosa es el cultivo del odio», expresó.
Finalmente, Mujica agradeció a «mucha gente» que durante estos años lo votó, «los que deciden anónimos por ahí en el seno del pueblo». «En política hay causas, y los hombres pasamos y las mujeres también, todos pasamos. Algunas causas sobreviven y se tienen que transformar y lo único permanente es el cambio, la biología impone cambios, pero también tiene que haber una actitud de cambio, de dar oportunidad a nuevas generaciones, construir, ayudar a construir el porvenir, ya que la vida se nos va y es inevitable, pero las causas quedan».
«Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar»
«Por eso he pasado de todo en la vida, estar seis meses atado con alambre con las manos en la espalda, estar dos años sin que me llevaran a bañarme y tener que bañarme con un frasco con una taza de agua y un pañuelo. He pasado de todo, pero no le tengo odio a nadie», aseguró.
Por último, dejó un mensaje a los jóvenes: «Hay que darle gracias a la vida. Triunfar en la vida no es ganar, triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae».
El expresidente de la república Julio María Sanguinetti se despidió este martes del Parlamento luego de haber ingresado al Senado en febrero y tras una larga trayectoria política a nivel nacional, ya que ahora se abocará a la Secretaría General del Partido Colorado.
«Respeto y conversación constante»
Sanguinetti expresó su agradecimiento a los colegas que lo saludaron y elogiaron durante sus alocuciones previas, y luego dijo que «estos meses, pese a las interrupciones de la famosa pandemia», lo pasó bien: «Hemos mantenido un clima de respeto y de conversación constante».
«Desde que fuimos a la elección nunca pensé que mi destino era el Parlamento, esa la consideraba ya una etapa clausurada, y fui simplemente por encabezar un movimiento que lo hacía necesario», confesó Sanguinetti.
Luego se refirió a su nueva etapa, en la que se dedicará únicamente a la interna de su partido: «¿Por qué al partido? ¿Por qué este señor privilegia a su partido y no disfruta de este cuerpo en el cual siempre me han amablemente acogido? Es porque siento un enorme deber hacia mi partido y porque siento una profunda convicción sobre la importancia de los partidos políticos en la vida democrática».
Los partidos y la vida democrática
«La partidocracia es la que ha dado consistencia a la vida democrática. La opinión pública es diversa, la opinión de los ciudadanos es veleidosa, los partidos políticos son los que encausan, son los que orientan, son los que vertebran, son los que articulan, y eso es fundamental sobre todo en estos tiempos de las burbujas publicitarias y la magia de las redes», apuntó.
Sanguinetti consideró que «a través de esas burbujas propagandísticas» es que llegan al poder «figuras que no representan valores y que no dan la seguridad de la continuidad institucional de los países porque son gente que no se siente atada».
«Los miembros de los partidos estamos atados, nos atan los retratos», dijo y mencionó al nacionalista Aparicio Saravia, al frenteamplista Líber Seregni y al colorado Fructuoso Rivera.
«Esos son los partidos, los partidos son la vertebración de corrientes históricas». «No hay duda de que los dos siglos en que estuvimos, el Partido Colorado y el Partido Nacional se distinguieron y se separaron, en sus inicios mirado desde algún lado más liberal el nuestro y más conservador en el sentido británico el Partido Nacional, luego nosotros devenidos en socialdemocracia, y eso fue articulando al país, articulando las ideas», dijo Sanguinetti.
«Esta es una hora de conciliación, de reafirmación democrática»
«Todo esto es lo que hace un país, y esto es el sostén de nuestra república. Vivimos tiempos complejos, el ciudadano se siente representado por sí mismo, el concepto de representación política hoy está en crisis, el ciudadano hace un Facebook y cree que con eso es partícipe de un diálogo universal, y vive la falsa sensación de ello», apuntó.
Más tarde, en la misma alocución, manifestó que «desgraciadamente» en el país «ha habido muchos fundamentalismos aún en la vida democrática, y los fundamentalismos económicos han llevado a los marxistas a una patología y a los liberales a otras».
«Esta es una hora de conciliación, es una hora de reafirmación democrática», concluyó el expresidente.
- UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias
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