“Creo que todos los países ricos deberían pasar a la carne 100% sintética”, dijo el multimillonario estadounidense y creador de Microsoft, Bill Gates a la revista MIT Technology Review y despertó la polémica. Uno de sus argumentos es desarrollar y consumir alimentos con un impacto ambiental menor, que será fundamental para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las opiniones se multiplicaron en las redes sociales, en Uruguay algunos legisladores no fueron ajenos a la discusión. El senador del Partido Nacional, Juan Sartori, se mostró de acuerdo con Gates y en su sitio de Twitter dijo que “la carne sintética es más bienestar animal, menos emisión de carbono y costos más baratos”. También opinó el senador blanco, Sebastián da Silva, sosteniendo que “la carne sintética es un invento artificial” y hay ejemplos de sobras que ejemplifican “el fracaso de estos inventos, el Uruguay es líder de bienestar animal y es productor de alimentos naturales”.
Una voz autorizada en Tacuarembó para hablar sobre el tema referente a la “carne artificial” es el Ing. Agr. PhD Fabio Marcelo Montossi Porchile (56), investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). El mismo fue entrevistado por Radio Zorrilla de San Martín y en relación al tema comenzó opinando que: “la carne sintética, esencialmente, es una quimia con distintos compuestos que tratan de imitar a la carne en su sabor, en el aroma… A través de la formulación artificial de distintos componentes que tratan de imitarla también química y físicamente, todavía no lo han logrado, están en un proceso pero todavía no lo han logrado desde el punto de vista de la ciencia y menos de una copia fiel. Ni que hablar comercialmente”.
¿En qué países se está desarrollando esta carne sintética o de laboratorio?
En varios países europeos y fundamentalmente en Estados Unidos, hay tres o cuatro empresas donde Bill Gates es accionista.
¿Qué compuestos se utilizan para crear la carne sintética?
Variados. Proteínas de origen vegetal, extractos de origen vegetal, conservantes. En el fondo es un trabajo de laboratorio llegar sintéticamente a imitar a la carne en todas sus propiedades. Cuando uno mira los compuestos, encuentra 60 compuestos que están contribuyendo a ese producto.
¿En el futuro estaremos consumiendo un producto nutritivo parecido a la carne animal?
La ciencia avanza a pasos agigantados, así que no descarto esa posibilidad y creo que va a ser cierta. Lo que está bueno discutir son los argumentos que se pusieron arriba de la mesa, en particular el ambiental, para justificar el desarrollo de este producto y la sustitución de la carne natural, y detrás estaba el argumento del punto de vista ambiental. Este punto es bastante rebatible y hay que darle un contexto, si ustedes me preguntan “¿el sector agropecuario cuanto emite respecto a las otras actividades económicas?”, el sector agropecuario emite solo el 24% de las emisiones globales de carbono, en particular la ganadería el 14,5% el resto es la industria, el transporte, la construcción, la generación de energía.
Hablando de la contaminación el ingeniero compara en cuanto a continentes, aclarando que “casi el 50% lo emite Asia y el 25% el europeo y América del Norte, y si vamos a América Latina y el Caribe solo el 17%. Si aterrizamos en nuestro querido país es 0,04%, esto es una visión de la emisión”.
Recuerda que “la carne sintética se construye en una fábrica y por lo tanto usan fuente de energía fósil de alguna manera o sea que ya estamos hablando que con la energía que usan no son carbono neutra”.
Después está la otra visión, que es el balance, o sea como sale algo entra, ¿qué es el entrar? es quien captura ese carbono que se está emitiendo a la atmósfera”.
Esencialmente a pasto
Desde que Hernandarias introdujo los vacunos en tierras uruguayas “la ganadería ha sido esencialmente a pasto”, recordando que “Uruguay tiene nada más y nada menos que un millón de hectáreas de forestación industrial para alimentar las industrias transformadoras. Pero lo más interesante, algo bastante distinto con respecto al resto del mundo, tenemos el equivalente en bosque nativo, inclusive con cierto crecimiento de otro millón de hectáreas que también fijan carbono, tenemos 10 millones de hectáreas de campo natural que fijan carbono, tenemos 2 millones y medio de hectáreas mejoradas, tanto en la lechería como en la ganadería de carne que fijan carbono”, explicó Fabio Montossi.
Uruguay está posicionado
El entrevistado también reconoce que “cuando uno mira y se posiciona a nivel mundial, este elemento ambiental es discutible de producir la carne de esta manera y más cuando uno trata de tener una propuesta técnica y de solidez científica. Aquí podemos producir carne carbono neutro, de hecho lo veníamos trabajando hace años porque este tema iba a estar arriba de la mesa, particularmente estábamos pensando en aquellos consumidores que no solo eligen un alimento por sus características nutricionales sino que también le interesan mucho de qué manera se produjo ese alimento. Uruguay está posicionado estratégicamente en eso”.
Qué modelo queremos
En la producción de carne sintética existen otros elementos que no se han discutido integralmente “que es el componente económico y el componente ético” y explica Montossi que en el mundo “hay 1.300 millones de personas que están vinculadas a la producción, a la industrialización y a la comercialización de la carne, entonces cuando uno habla de estos temas y no estoy hablando solo del Uruguay, que es su principal producto de exportación sino hablo del mundo entero, pregunto ¿cuál es el plan B para esto?. Entonces hay que ser muy cuidadoso, principalmente cuando se lo pone a este tema desde el lado de la filantropía por el bien hacia los demás”.
La cuestión está en “el modelo que uno quiere, un sistema de abastecimiento de alternativa proteica” con cantidad de “fábricas produciendo de manera automatizada el producto o queremos miles y miles de productores y todo lo que está involucrado en términos económicos y sociales generando y abasteciendo este producto” desafía el investigador del INIA.
Finalmente el Ing. Montossi afirma que ve “oportunidades en este desafío, cuando uno ve la producción de carne a pasto en el Uruguay, veo solo oportunidades. Tenemos que saber que hay otros que compiten por estos nichos de mercado y la necesidad de tener una agenda compartida entre público y privado. No quiere decir que tengamos todo bien pero estamos en una plataforma de la manera que producimos y de la información que tenemos que nos permite ser positivo con respecto a esto si sabemos aprovechar la oportunidad para desarrollarnos como país”.
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