Frank La Rue, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, estuvo en Uruguay. El miércoles 8 de mayo, en la sede de APU, la “Coalición por una Comunicación Democrática” organizo un seminario sobre “Medios de comunicación, cambios regulatorios y discriminación”. La primera mesa abordó “Los cambios regulatorios en los sistemas de medios de comunicación en perspectiva regional”. Expusieron: Gabriel Kaplún director de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la (UDELAR, Cynthia Octaviano defensora del público (Argentina), Guiherme Canela consejero de Comunicación e Información (UNESCO) y Frank La Rue, quien cuenta con una amplia experiencia en temas de derechos humanos. En 2004 fue nominado para recibir el Premio Nobel de la Paz, por su trabajo en la materia
Este panel de expertos estuvo moderado por Edison Lanza, abogado, periodista y también dedicado a estos temas.
Vale la pena intentar una breve reseña de las palabras del relator. Señaló, inicialmente, que en Uruguay la ley de servicios audiovisuales sale de una discusión amplia, que duró dos años. Pero a estas alturas hay preocupación por los tiempos ya que se aproxima el nuevo período electoral. Claro que él pone a Uruguay como modelo por el plan Ceibal y espera sustanciales avances en la democratización de las comunicaciones.
Alertó que “Contenidos y asignación de frecuencias se regulan por separado” y que “regular la digitalización democráticamente” constituye una oportunidad. “Un recurso que es propiedad pública (frecuencias) debe asignarse a diferentes sectores de la sociedad.” “Todos deben tener acceso a los medios de comunicación social.”
“En América Latina permitimos que fuera prevaleciendo la visión comercial” donde “toda la comunicación social se ve bajo la óptica del mercado.” La Rue cuestionó que hoy “la comunicación es un producto que se vende” (…) “Esto deterioró los medios de comunicación y el papel que tiene la comunicación social, que es un servicio social.” Esto vale para el sector público, privado y comunitario. “La asignación de frecuencias no se debe dejar regular por el mercado. Que el mercado se regule a sí mismo es algo en lo que ya nadie cree.”
“Hay que romper con la idea de que (la comunicación social) debe ser comercial” porque esa lógica trae “la concentración, los monopolios y los oligopolios en los medios.” La Rue afirma categórico que “la libertad depende de la diversidad de medios y el pluralismo de ideas y visiones.” (…) “Por encima de los de propiedad está el derecho de la sociedad a estar informados.” (…) “Libertad de expresión y de opinión requiere que la información sea diversa y plural.” Mencionó el ejemplo de Silvio Berlusconi en Italia, como un caso en que se distorsiona los contenidos y se concentra el poder político.
Recordó: “En EEUU se prohíbe la propiedad cruzada; en una misma ciudad quien tiene un canal de TV no puede tener un medio escrito” o una radio.
“Es un requisito básico en cualquier parte del mundo para asegurar la pluralidad de medios y el pluralismo de ideas.” (…) “La libertad de expresión es una cosa y la libertad de empresa otra. Por encima está el derecho de las personas a estar bien informadas.”
Respecto a la forma de concesión de las ondas que son propiedad del estado. “No se pueden heredar, uno hereda lo que es propiedad de uno.” “Se puede sí heredar la concesión dentro del plazo establecido.” “Es importante que existan plazos. Tiene que haber requisitos, un proyecto al que se compromete y con el que se debe cumplir.”
Además, para el experto de Naciones Unidas “La subasta es el mecanismo más injusto para la asignación de frecuencias.” “Tiene que haber un concurso público, claro, transparente y en el que todos participen en igualdad de condiciones. Hay que decirle al sector privado que las comunicaciones no son un negocio como cualquier otro. Es un servicio público lo que se da en concesión.”
David Rabinovich
Presidente de OPI
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