PREOCUPACION MUNDIAL POR PERIODISTAS PRESOS EN EGIPTO

Un tribunal egipcio condenó este lunes a entre siete y 10 años de cárcel a tres periodistas de Al Yazira acusados de apoyar a los islamistas, entre ellos el australiano Peter Greste, una sentencia que ha generado una gran conmoción internacional. A nivel internacional, se ha lanzado una campaña para apoyar a los periodistas con la consigna: «El periodismo no es un crimen». Tras la visita del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, cuyo país prometió desbloquear un tercio de su importante ayuda militar a Egipto, se esperaba una absolución. «La condena de hoy (lunes) es una sentencia escalofriante y draconiana», declaró Kerry, en una rueda de prensa en la capital iraquí.

 

Durante una visita a El Cairo el domingo, el secretario de Estado estadounidense había abogado por las «libertades» ante el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi. Kerry afirmó haber expresado en El Cairo el descontento de Washington y añadió que estas condenas eran «preocupantes».

Navi Pillay, Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, se declaró en un comunicado publicado en Ginebra, «conmocionada y muy alarmada» por los veredictos y las penas, que son «obscenos y una parodia de justicia».

Greste y el egipcio-canadiense Mohamed Fadel Fahmy, jefe de la oficina de la cadena catarí antes de que fuera prohibida en Egipto, fueron condenados a siete años de cárcel, mientras que el egipcio Baher Mohamed fue condenado a 10.

Entre los otros acusados, hay dos periodistas británicos y uno holandés que ya se encuentran en el extranjero y han sido condenados a 10 años de prisión.

La cadena Al Yazira ha calificado el veredicto de «injusto».

«Pedimos al gobierno egipcio que conceda la gracia a esas personas o les conmute sus penas para que puedan ser inmediatamente liberadas, y amnistiar a todas las personas condenadas por razones políticas», declaró Josh Earnest, el portavoz de la Casa Blanca. «Perseguir judicialmente a periodistas porque dan informaciones que no se adaptan a la línea del gobierno egipcio, supone despreciar la regla más elemental de la libertad de prensa y eso representa un golpe al proceso democrático en Egipto», señaló Earnest.

Australia dijo estar «consternada». Holanda, por su parte, llamó a consultas a su embajador en Egipto y afirmó que la periodista Rena Netjes no había tenido derecho «a un juicio justo» y anunció que tratarían el caso con la Unión Europea.

Egipto considera a la cadena de satélite como un portavoz de Catar, a quien le reprocha el apoyo a los Hermanos Musulmanes, mientras que Doha denuncia abiertamente las represiones contra los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi.

«La detención de nuestros compañeros no tiene ninguna justificación. Es una vergüenza que hayan estado retenidos 177 días y la condena también es ilógica, falta de sentido común y aparentemente de justicia», dijo la cadena del pequeño emirato tras el anuncio del veredicto.

De las 20 personas juzgadas en este caso, 16 egipcios han sido acusados de pertenecer a una «organización terrorista», los Hermanos Musulmanes, y de haber intentado «perjudicar la imagen de Egipto» y cuatro extranjeros de haber publicado «informaciones falsas» para apoyar al grupo.

Tras el anuncio del veredicto, Fadel Fahmy gritó: «¡Van a pagar por esto, van a pagar por esto, lo juro!»

«Estamos destrozados, es difícil encontrar las palabras para describir lo que sentimos. No nos esperábamos para nada esto, pensábamos que sería absuelto», dijo Andrew Greste, cuyo hermano había trabajado anteriormente para la BBC y había recibido varios premios prestigiosos. «Vamos a luchar por su liberación», añadió.

– No habrá indulto, por el momento –

Un responsable de la presidencia egipcia dijo a la AFP que no se iba a conceder ningún indulto por el momento y que no podían intervenir hasta que no se hubiera pronunciado un tribunal de apelación sobre el asunto.

Chabane Said, abogado de la defensa, denunció que se trataba de una sentencia «política». «No hay ninguna prueba contra los acusados. Todos los periodistas deben preocuparse a partir de ahora: no hay justicia, es la política la que dicta la ley», dijo.

El veredicto se produce dos semanas después de la elección a la presidencia del exjefe militar Abdel Fatah Al Sisi con un 96,9% de los votos. El mariscal dirigía de facto el país desde que derrocó y arrestó al anterior presidente, Mohamed Mursi, el 3 de julio de 2013 y lanzó una sangrienta represión contra toda la oposición política.

El ejército y la policía han matado a más de 1.400 manifestantes pro Mursi y detenido a más de 15.000 personas, muchas de las cuales han sido condenadas a muerte o a cadena perpetua en juicios rápidos y masivos.

Los periodistas Greste y Fahmy fueron detenidos cuando cubrían estos acontecimientos el 29 de diciembre en una habitación del hotel de El Cairo transformada en oficina después de que la policía irrumpiera en la sede de Al Yazira. Los reporteros trabajaban sin la acreditación que era obligatoria para todos los medios de comunicación.

En su visita a El Cairo el domingo, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, pidió a Egipto que preservara la libertad de prensa y dijo que la transición post Mursi estaba en un «momento crítico».

De Adinet.com

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