Ansiedad, soledad, falta de afecto, dificultad para entablar vínculos, aislamiento social, influencia de la comunicación globalizada, las situaciones económicas, no concretar proyectos, deseos, sueños, la frustración, opresión, el bullyng, es estrés del día a día, discriminación pueden ser causantes de depresión, la cual prolongada en el tiempo, es una patología seria y debe tratarse profesionalmente con el fin de evitar intentos de autoeliminación.
La fundación Cazabajones analiza esta problemática en la sociedad uruguaya. – “En Uruguay existen elementos que afirman que hay epidemia de depresión; se incrementaron en forma significativa las consultas de salud mental en el Ministerio de Salud Pública. La principal causa de licencias médicas en los centros autónomos es la depresión. El motivo central de consulta en el área de calidad de vida y salud mental del Instituto Nacional de la Juventud (INJU) es por esta enfermedad. La causa vital de suicidios en el país es por la depresión.
Por este tema hay una gran inquietud porque además de aumentar rápidamente, lo que preocupa mucho es el cambio en el perfil. Antes siempre eran personas de edad más avanzada, adultos o adultos mayores. Sin embargo se incrementó en forma alarmante el número de jóvenes fallecidos por accidentes de tránsito y suicidio. Asimismo, hay epidemias que tienen que ver directamente con esta; hay un abuso en la región de las Américas y nuestro país no es ajeno al consumo de tranquilizantes.
Hay un incremento en el abuso del alcohol, de drogas psicoactivas lícitas e ilícitas, y éstas son todas caras de la misma epidemia. Porque cuando el individuo padece de depresión, -que en el 80 % de los casos no lo sabe- trata de defenderse de esa sensación extraña que tiene y lo hace ingiriendo alguna sustancia que alivia los síntomas. Hay incremento de accidentes de tránsito y laborales, muchos de los cuales son conductas temerarias de personas que están con depresión, por lo que la epidemia de accidentes de tránsito también tiene que ver con esta enfermedad. Para combatir esta enfermedad es necesario un reconocimiento precoz de la misma y un tratamiento.”
A nivel departamental el Director Departamental de Salud Dr. Carlos Benavides explica cómo se trabaja en los servicios públicos y privados de salud para, sobre todo, prevenir el suicidio y detectar aquellas conductas que pueden llevar a la autoeliminación. Consultado por TACUAREMBO 2000, sobre el tema, el facultativo nos explica que “más allá de la frecuentes datos que se bridan sobre casos de suicidios, Tacuarembó es uno de los departamentos con mayor número de intentos de autoeliminación, no así de suicidios. El mayor número de intentos de autoeliminación es en adolescentes y adultos jóvenes”
¿Cómo debe abordarse esta problemática desde los servicios de salud?
Todos los servicios de salud deben de tener organizado, por normativa, un comité de recepción de las personas que tengan indicadores de depresión, o que hayan tenido intento de autoeliminación. Estos casos se detectan y se ingresan por las emergencias en general. Sabemos que tiene que existir un contacto entre las emergencias y el servicio de salud mental para que la persona no se pierda posterior a la consulta en le emergencia. La persona que consulta por el intento de autoeliminación, en el momento es valorada por un psiquiatra, el cual le da el alta o la internación.
En caso de que le den el alta, debe coordinarse una entrevista con psiquiatra del servicio del comité de contención, a la brevedad. Cuando los casos son detectados a nivel de policlínica, aquellos casos de depresión, con una tristeza mayor a la que frecuentemente se puede tener, ahí se debe comenzar un tratamiento psicoterapéutico. Por ley los servicios de salud deben de tener grupos terapéuticos. Muchas veces no se constituyen porque la gente en general no tiene internalizado hablar de sus problemas frente a otras personas que no conocen. Es ahí responsabilidad de los profesionales el cómo abordar cada caso y informar sobre los beneficios de esos grupos. Tanto el médico del primer nivel de atención, como el personal de salud mental le pueden sugerir a las personas que concurran a estos grupos.
¿Cuál es la realidad en Tacuarembó, en cuanto a los profesionales psicólogos y psiquiatras que abordan los casos de depresión y autoeliminación?
En nuestro departamento, una fortaleza es el buen número de profesionales para esta área. Contamos con psiquiatra infantil, hay guardias diarias de psiquiatras, lo cual en otros departamentos no hay. A veces hay una sobrecarga para los equipos de Salud Mental, también se destaca el compromiso del personal del primer nivel de atención para no referenciar por cualquier tipo de patología. Desde la Dirección Departamental de Salud se han realizado reuniones con los encargados de los servicios de Salud Mental de ASSE y de COMTA, los cuales plantean esta problemática. Por lo cual hay un compromiso por parte de ambas servicios de comenzar una capacitación, que se desarrollará este año, para el personal del primer nivel de atención (médicos, nurses, enfermeros).
¿Cómo debe trabajar éste personal desde el primer contacto con el paciente en esta situación, de depresión o deseos de autoeliminación?
En el primer nivel de atención, en una policlínica hay múltiples consultas, por diferentes sintomatologías, que muchas veces están vinculadas a la depresión o a idea de autoeliminación. O a situaciones que pueden generar lo anterior: el consumo de sustancias. Se detecta y se referencia de la mejor manera que se pueda, pero eso también implica la capacitación del personal de salud
¿Qué causas de depresión profunda y posterior suicidio se detectan a nivel médico?
Hay múltiples causas, tiene que ver la genética, la vida previa de la persona, su historia, su relacionamiento social, la circunstancia que vive en ese momento, incide el núcleo familiar, que es formativo y germinal. Muchas veces se puede detectar a nivel de la escuela, el liceo o la policlínica.
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LAS PREGUNTAS
“Una herramienta generada por el Ministerio de Salud Pública, es el carné de salud adolescente o el carné del niño. El cual tiene múltiples preguntas, pero 4 son básicas en el caso de los adolescentes: ¿Cómo se siente consigo mismo? ¿Cómo siente que lo tratan? ¿Si se siente triste frecuentemente? ¿Como se siente con su entorno?
Son preguntas que si bien deben responderse al médico, es importante que el adolescente las conserve y las responda cuando esté solo, como una manera de reflexionar. Puede pasar que para los demás este todo bien, pero internamente no es así. Lo cual pasa en todas las edades. Mostramos determinada cara de bienestar, pero se puede estar viviendo una peripecia personal que puede terminar en un intento de autoeliminación, en una adicción, consumo problemático de sustancias.
También pueden aparecer conductas “parasuicidas”, como conducir imprudentemente, correr picadas o ser agresivos con el entorno. En resumen: el primer paso es detectarlo en el primer nivel de salud de las instituciones. El paso siguiente es conectarlo con el comité de recepción, que por obligación deben de tener las mutualistas y ASSE para comenzar un tratamiento que puede ser psiquiátrico o a través de grupos de ayuda. Todo esto está enmarcado en el plan de Salud Mental.
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