Tras la creación del Hospital de Ojos ‘José Martí’, que lleva 30 mil intervenciones realizadas, nuestro país logró controlar la patología de cataratas que hasta hace tres años era la principal causa de ceguera reversible. El director general de Salud, Dr. Yamandú Bermúdez, dijo que hoy preocupan otras afecciones, producto de complicaciones de enfermedades crónicas que pueden derivar en ceguera irreversible de no tratarse a tiempo.
El director general de Salud, Yamandú Bermúdez, dio detalles sobre la situación actual de nuestra población en relación a patologías oftalmológicas y las distintas acciones preventivas, de diagnóstico precoz y tratamiento que se realizan. «Hasta hace tres años la primera causa de ceguera reversible en Uruguay era la catarata. Hoy, luego de toda la experiencia realizada en el Hospital de Ojos -donde se concretaron 30 mil intervenciones- y el desarrollo de otros centros como el Hospital de Clínicas, dejó de serlo», informó.
«En 2012 Uruguay experimentó la tasa de cirugías de cataratas más alta de América, en 2011 fue el segundo, detrás de Argentina. Nos sentimos muy contentos de que se lograra este resultado en función de todas las políticas públicas y del proyecto que comenzó el 1° de febrero de 2008, al que luego se sumaron otros uruguayos», dijo. «Tener hoy un país con determinadas características, con una calidad de vida de 82 años, fundamentalmente en la mujer, y tener esa patología controlada es un avance importante en el tratamiento de una afección tan invalidante y que se puede resolver rápidamente», relató.
Patologías crónicas – Bermúdez se refirió a las patologías oftalmológicas que pueden surgir de enfermedades crónicas como la diabetes. Dijo que afectan a las personas que no se controlan correctamente. «No podemos hablar de edades, pero generalmente después de cierta cantidad de años de tener esa patología, aparecen complicaciones. Lo que hay que hacer es controlar los niveles de hemoglobina glicosilada en los pacientes diabéticos para detectar a tiempo la enfermedad», añadió.
Prevención en niños – El jerarca informó que, tal como se indica en el Carné del Niño y del Adolescente, este ordena el primer control a la vista, obligatorio, a los tres años con un médico oftalmólogo. Los siguientes controles son a los cinco y a los doce años, es decir, al inicio de la escuela y del liceo. Bermúdez dijo que les preocupa la ausencia de control en la indicación de la corrección necesaria de los lentes en los niños, por el problema que puede generar si no se realiza el examen en forma oportuna. «El ojo madura hasta los ocho o nueve años y si no es tratado precozmente es muy difícil, en el futuro, corregir ese trastorno en la visión», explicó
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