El costo como consecuencia de crímenes contra la propiedad y las personas en Uruguay, en el año 2010 fue de casi US$1.200 millones que equivalen a 3,1 % del Producto Interior Bruto. Según informó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estos son los resultados recogidos en un nuevo estudio realizado por los investigadores del Centro de Investigaciones Económicas y financiado por el BID, que tuvo como objetivo medir con metodologías apropiadas e innovadoras el costo del crimen y la violencia en América Latina y el Caribe. El trabajo sostiene que, en general, las tasas de criminalidad en Uruguay son más bajas que en otros países de América Latina, pero el crecimiento de algunos delitos en los últimos 20 años ha hecho que el tema se ubique en lo más alto de la agenda pública.
Según el estudio, la medición de los costos del delito apunta a ser un aporte útil para las políticas gubernamentales y el debate público. La investigación analiza las características de los delitos en el país y destaca que están clasificados en delitos contra la propiedad (76 % de las denuncias en 2010), contra las personas (14,4 %), sexuales (0,6 %), contrabando (0,1 %) y otros delitos (8,8 %).
El principal componente del costo total son los costos asociados a la anticipación al crimen, que sumaron US$738 millones equivalentes a 1,90 % del PIB e incluyen el gasto público y el gasto privado en seguridad, y los costos administrativos de las empresas de seguros.
Mientras tanto, el segundo componente del costo total en magnitud son los costos como consecuencia del crimen con US$319 millones o 0,81 % del PIB que incluyen los costos de la propiedad robada, de oportunidad del tiempo en prisión, de los homicidios, y costos intangibles de víctimas de otros crímenes.
Y el tercer componente son los costos en respuesta al crimen con US$145 millones equivalentes a 0,37 % del PIB que agrupan al gasto público en justicia, reclusión y rehabilitación, y al gasto privado en ayuda legal penal.
El documento destaca que algunos aspectos analizados muestran ciertas limitaciones de los resultados que tienden a la subestimación de los costos, por lo cual el costo total de 3,1 % del PIB debe ser considerado como un mínimo.
De espectador.com
Sé el primero en comentar