El ministro Olesker presentó indicadores que revelan la reducción de la brecha entre población rica y pobre, y también respecto a las capas medias. En 2004 el ingreso promedio del decil 10 (de mayores recursos) era 19 veces el del decil 1 (de menores recursos). En 2012 fue 11.8. El decil 10 comparado con el 5 (las capas medias) bajó de 5.4 a 3.9. Asimismo, aseguró que el país posee el índice Gini más bajo del continente. En diálogo con la Secretaría de Comunicación, el ministro de Desarrollo
Social, Daniel Olesker, realizó un análisis de los indicadores publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en materia de distribución de los ingresos por deciles, lo que demuestra una reducción de la brecha entre la población más rica y la más pobre, pero además una mejora en las condiciones de vida también de las capas medias. El jerarca instó a mirar la redistribución de la riqueza como un fenómeno integral.
Una forma de medir la desigualdad es definiendo el cociente entre cuánto gana en promedio el 10 % más rico, respecto a lo que gana en promedio el 10 % más pobre. Recordó que en algunos años la redistribución de la riqueza operó más hacia los deciles más pobres y en otros hacia los medios y medios bajos, por lo que pensar que la única redistribución es del primer decil al último, o sea de los más ricos a los más pobres, “es no mirar todo lo que fue el proceso redistributivo”, puntualizó. Citó como ejemplo ilustrativo una familia compuesta por un docente, una cajera de supermercado y un hijo. En el año 2004 se ubicarían por la mitad de la línea de la pobreza (no pertenecían al decil más pobre, entre otras cosas, porque su empleo era formal). Hoy esa misma familia, salario docente y comercio mediante, con un hijo, llegó a superar la línea de pobreza.
“Las cifras dicen que en todo el entramado de la distribución de la riqueza hubo mejoras en cuanto al aumento del ingreso”, explicó Olesker. Si se compara 2004 con 2012, el primer decil —es decir el 10 % más pobre— aumentó su ingreso un 104 %, lo duplicó. El segundo decil, un 97 % y así sucesivamente hasta que el decil seis o siete —lo que se conoce como “capas medias”— creció un 70 % y el último, un 27 %. “¿Por qué mejoró la distribución del ingreso? Porque los ingresos aumentaron todos, pero aumentaron mucho más rápidamente los ingresos más bajos, en segundo lugar los medios bajos, en tercer lugar los medios más altos y últimos, los altos”, sostuvo.
Cabe recordar que cada decil está compuesto por un 10 % de los hogares y por un ingreso promedio de estos. En 2004 el ingreso promedio del decil 10 era 19 veces el decil 1, hoy es 11.8. “Sigue siendo alta la diferencia, todavía queda camino por recorrer”, dijo. Si se compara el decil 10 con el 5 (es decir los más ricos con las capas medias), bajó de 5.4 a 3.9, por lo que también se achicó la brecha. Si se analiza 2012 respecto a 2009, el décimo decil redujo su participación un 8 %, es decir que perdió participación en el ingreso en favor de los sectores más bajos, medios bajos y medios. Olesker dijo que no objeta que se mejoró notoriamente en los deciles más bajos, pero en realidad lo que destaca es que cambió la distribución.
“Lo que hizo el proceso fue que todos crecieran en ingreso, pero que este creciera más rápidamente en los sectores bajos y medios y que buena parte del financiamiento de las políticas sociales y laborales que se generó se hiciera a través de una mayor contribución del decil más alto. Está muy bien, porque reduce su participación contribuyendo a la mejora de los demás”, indicó.
Índice Gini – Cabe recordar que el índice Gini es otra forma de medir la desigualdad, distinta a la lectura de ingreso por decil, que se expuso anteriormente. Olesker explicó que el índice Gini “distribuye el ingreso entre toda la sociedad de tal manera que si el Gini valiera uno, toda la plata la tendría una sola persona y si valiera cero, todos tendríamos lo mismo, es decir habría equidistribución”.
En 2004, Uruguay tenía 0.45, y ahora tiene 0.38. En ocho años bajó casi un 20% dicho índice, lo que ubica a nuestro país como la nación con menor índice de América Latina, sin dejar de lado que se trata del continente más desigual.
De presidencia.com
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