El ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y el presidente del Banco Central, Mario Bergara, anunciaron que el MEF acordó con el BCU ampliar el régimen de inmovilización de fondos de no residentes para la tenencia de títulos del Tesoro, tanto en moneda corriente como en unidades indexadas, que se elevará del 40 % al 50 %. El objetivo reafirma el compromiso por la estabilidad de precios, señalaron las autoridades. Luego de la evaluación del escenario nacional e internacional, el Comité de Coordinación Macroeconómica decidió, además, que reemplazará a la tasa de interés como instrumento de referencia, a cambio de una trayectoria que indique los medios de pago, a partir de julio de 2013. El parámetro será definido en la próxima reunión del COPOM del 27 de junio.
El Comité de Coordinación también decidió que el rango de inflación esperado desde el 1º de junio de 2014 será entre un 3 % y el 7 %. Junto a esto, se amplía el horizonte de evaluación de las políticas monetarias de 18 a 24 meses.
“El Gobierno está comprometido en mantener un equilibrio razonable entre la estabilidad y la continuidad de un proceso que ha contribuido no sólo a expandir la economía, sino a mejorar considerablemente los niveles de equidad”, señaló el ministro. Por ese motivo, Lorenzo subrayó que con estas medidas se ratifica el rumbo económico. Para el titular del MEF, la flexibilidad cambiaria y el régimen de objetivos de inflación demostró que es el mejor marco monetario para compatibilizar la estabilidad y la previsibilidad de la economía.
El diagnóstico que maneja el MEF indica que los altos niveles de ingreso de capitales tensionan sobre mercados monetarios y cambiarios de un modo que podría resultar incompatible con la continuidad del equilibrio macroeconómico. “El objetivo es hacer una contribución explícita a mitigar los efectos que tienen las presiones sobre la apreciación de la moneda sobre el funcionamiento de nuestra economía”, sintetizó Lorenzo. “Nosotros somos fundamentalistas sólo en los objetivos”, concretó Bergara.
Ambos coinciden en que el grado inversor uruguayo obtenido tras la evaluación de cuatro calificadoras de riesgo, las bajas tasas de interés de los países desarrollados, la alta volatilidad de los mercados financieros y la menor capacidad de la economía brasileña para captar la liquidez internacional, provocaron una fuerte presión alcista de la moneda nacional.
Lorenzo recordó que los niveles de reservas del país están en el entorno de los 15 mil millones de dólares, que calificó como “importantes en cualquier evaluación histórica y también en la comparación internacional”. Pero también señaló que mantener liquidez tiene costos de mantenimiento. “Las herramientas que ahora van a estar operativas tienen capacidad para mitigar costos”, finalizó.
De presidencia.com
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