Datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) revelan que el 10% de la población es afrodescendiente y que el 80% vive por debajo de la línea de pobreza. La discriminación más notoria se da en el mercado de trabajo, donde se registra un 73% de rechazo. Desde el gobierno se trabaja para definir políticas activas que reviertan esta dura realidad y convocan a empresarios y trabajadores a revertir a esta situación. El ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, se refirió a la barrera existente para que la población afrodescendiente acceda a un empleo en el país, pese a que los uruguayos aseguran carecer de actitudes racistas. Recordó que la amplia mayoría de las trabajadoras domésticas son mujeres de origen afro.
Las cifras de rechazo crecen al momento de presentarse a un empleo, esta realidad, contrasta cuando se alcanza la inserción laboral o con la aceptación que los integrantes de este colectivo obtienen al participar en actividades educativas o de recreación. El objetivo de este evento es contribuir a la visibilidad de la dimensión étnico-racial y su incorporación en el mercado laboral. Para ello se recurrió a los actores académicos y técnicos para que analicen el tema y a la vez se elabore una agenda con distintas estrategias que permitan superar esta realidad. «Es necesario diseñar políticas activas a favor de la incorporación de estas personas que ven marginados en sus derechos», dijo Brenta. «Esto surgirá del diálogo entre las asociaciones que reúnen a este colectivo, los trabajadores y los empresarios, ya que la responsabilidad es del conjunto de la sociedad», sostuvo. El jerarca considera que se puede aprovechar la Red de Centros Públicos de Empleo para ejercer una discriminación positiva respecto a la población afrodescendiente a la hora de convocarlos a través de programas ya operativos. Citó como ejemplo “Objetivo Empleo”, un programa que genera beneficios tributarios a empresas que contratan trabajadores desocupados de larga duración. Entiende que se podría establecerse una prioridad a favor de estas personas, así como se hace con mujeres y trabajadores que superan los 45 años. Brenta considera que juega a favor la existencia de una tasa de desempleo baja que facilita la posibilidad de impulsar políticas. De esta forma se contribuye al objetivo del Gobierno de lograr más inclusión social y reducción de la pobreza.
La subdirectora nacional de Empleo, Teresita Ribas, se refirió al cometido del Observatorio y aseguró que esta iniciativa procura colocar el tema sobre la mesa y compartir informes calificados para incorporar otra mirada del mercado de trabajo. El evento contó con las ponencias de Gabriela Campodónico y Aurelio Gómez de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, quienes vertieron conceptos desde la antropología social. También disertó Cecilia González de la Facultad de Ciencias Sociales sobre la clasificación étnico-racial, los afrodescendientes y la desigualdad en el país. Magdalena Furtado del Fondo de Población de Naciones Unidas aludió a la desigualdad étnico-racial y las políticas sociales.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, participó del seminario “Desigualdad étnico-racional y empleo”, organizado por el Observatorio del Mercado de Trabajo perteneciente a la Dirección Nacional de Empleo. El evento cuenta con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Universidad de la República.
Una encuesta realizada en el año 2007 por el Observatorio de Montevideo de Inclusión Social, en 4.000 hogares reveló que el 44% de los entrevistados dijo ser “bastante o muy” racista. En tanto, el estudio “Perfil demográfico y socioeconómico de la población uruguaya según su ascendencia racial” del INE destaca que el 50% de los afrodescendientes es pobre y objeto de discriminación al percibir una remuneración menor en igual trabajo que una persona blanca.
De UyPress
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