Desde hace 4 años, el Centro MEC de la ciudad de Fray Bentos implementa en la Cárcel Granja de Cañitas el programa Aprender siempre. En ese marco un grupo de 13 reclusos participan en un taller de elaboración de tambores. La metodología del taller se basa en clases semanales. Actualmente se han dictado 9 de las 12 clases planificadas y se ha construido un tambor y está en proceso el segundo.La coordinadora del Centro MEC de Fray Bentos, Cecilia Mederos, indicó a la Secretaría de Comunicación que el taller comenzó en enero de 2014. Los instrumentos elaborados serán destinados a la venta debido a la demanda en la zona.
El dinero estará destinado a la compra de más material para extender la formación a más reclusos y en un futuro formar una cuerda de tambores que fue la solicitud inicial de los presos. Esta experiencia surge de un relevamiento de los coordinadores departamentales de Centros MEC.
Mederos explicó que desde hace cuatro años y medio se viene trabajando en la Cárcel de Cañitas a través del Programa Aprender Siempre del MEC, que logró establecer un fuerte contacto con las personas privadas de libertad de la zona. De este contacto, surge la demanda de parte de los reclusos de talleres de percusión.
Frente a esta solicitud el MEC les ofrece a los interesados de la Cárcel de Cañitas integrar un taller de percusión y también elaborar sus propios instrumentos, opción que les permitirá tener una herramienta de trabajo al salir del centro de reclusión.
La coordinadora dijo que para obtener fondos para financiar el taller, que tiene como principal objetivo la rehabilitación social de los presos, se contactó con la Dirección Nacional de Desarrollo Social del MIDES que maneja fondos para financiar proyectos.
Los reclusos presentaron su proyecto con el nombre “Proyecto Esperanza” en agosto de 2013, el mismo resultó ganador; y los fondos fueron utilizados para comprar las herramientas necesarias para la elaboración de los tambores.
El curso comenzó los primeros días de enero, con el tallerista Juan Carlos Rodríguez, que lleva dictado nueve clases de 12 que están programadas; con 13 reclusos participantes, una vez por semana.
El destino principal de los instrumentos es para el uso de los propios reclusos, aunque no se descarta la venta de los mismos en un futuro, dijo Mederos. Finalmente, destacó la buena convivencia de los reclusos durante las horas de clases del taller.
Paralelamente, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), solicitó como contrapartida la realización de un taller de carpintería —una forma de devolución social—, donde los destinatarios beneficiados son los alumnos de escuelas y liceos públicos.
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