TACUAREMBÓ: Unidad 26 del INR

Entre Tacuarembó capital y de Paso de los Toros son más de 190 los privados de libertad – El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) surge, en el marco de las acciones definidas por el Ministerio del Interior, de acuerdo a los compromisos programáticos, como instrumento del proceso de construcción de un Sistema Penitenciario Nacional. El mismo fue creado por Ley de Presupuesto Nacional, del 27 de diciembre de 2010, Nº18.719, sustituyendo a la entonces “Dirección Nacional de Cárceles, Penitenciarías y Centros de Recuperación” (DNCPyCR), siendo sus ejes:

1) La construcción de un Sistema Nacional Penitenciario (SNP) a través de la unificación en el INR de todas las Unidades de Internación para Personas Privadas de Libertad (UIPPL) del país. 2) La integración de personal civil especializado, formado y capacitado para la gestión de las UIPPL. 3) La mejora y dignificación de las condiciones de habitabilidad y el aumento de plazas de alojamiento de las PPL. 4) El fortalecimiento de los programas de tratamiento para la población privada de libertad, en especial aquellos dirigidos hacía la nivelación educativa y la mejora del perfil de empleabilidad, la inclusión sociolaboral, las actividades deportivas, culturales y recreativas. 5) El desarrollo de instrumentos de clasificación y diagnóstico de la población, y la generación de propuestas de intervención individuales ajustadas a cada PPL. 6) El desarrollo de una propuesta de formación integral acorde que permita el tránsito de un sistema de aseguramiento y custodia de la población a un modelo de justicia restaurativa.

Al Instituto Nacional de Rehabilitación le compete, según la ley de presupuesto Nacional Nº 18.719: a) La organización y gestión de las diferentes instituciones penitenciarias establecidas o a establecerse en el país, que se encuentren bajo su jurisdicción. b) La asistencia de los procesados y la rehabilitación de los penados. c) La administración de las medidas sustitutivas y alternativas a la privación de libertad. Con la creación del Instituto se pretende pasar de un modelo de aseguramiento y meramente custodial a uno que desarrolle y promueva la rehabilitación e inclusión social de la población privada de libertad, para ello se requiere la articulación de las políticas de seguridad y las políticas de tratamiento penitenciario.

A tales efectos, se definió el ingreso de operadores penitenciarios, personal técnico, profesional y administrativo (de carácter civil), y la conformación de equipos de dirección de cada UIPPL compuestos por tres subdirecciones, las que poseen una línea operativa a nivel de cada Unidad y una línea transversal y de orientación con las Subdirecciones Nacionales. Actualmente hay 16 Unidades de Internación en el interior del país y 10 en la zona metropolitana. La unidad número 26 es la de Tacuarembó, la cual oficializó el pasaje de la cárcel departamental al Instituto Nacional de Rehabilitación el 7 de agosto en la denominada Villa Policial.

En Tacuarembó capital hasta mediados de agosto, son 131 los privados de libertad, 10 son mujeres, 14 están en la Villa, 4 en Santander, más de 100 en la Cárcel Central de Gral. Artigas y en la ciudad de Paso de los Toros los internos son 50.

En el momento de la entrega por parte de la Jefatura de Policía de Tacuarembó al Instituto de Rehabilitación del predio de la Villa, el Jefe de Policía Oldemar Avero expresó que de ahora en más dicho instituto de encargaría de la distribución de los privados de libertad acorde a las necesidades que ellos entiendan. “De acuerdo a los lineamientos jurídicos, como el resultados de análisis de especialistas en el tema. A los efectos de tener una cárcel, un centro de privación de libertad de seguridad media y así desalojar la cárcel de Paso de los Toros y del centro de la ciudad”. En la Villa funcionaba la Escuela Departamental de Policía, la cual se traslada a la zona de Santander, y que también en la Villa sería lugar de capacitación a operadores penitenciarios. En cuanto al personal policial que trabajará, es el mismo existente que pasa en comisión al INR, más adelante, una vez que se vayan preparando nuevos operadores, volverían a la Jefatura.

Oldemar Avero manifestó que es un cambio bastante grande para este quinquenio, ya que permitirá conformar 3 zonas que están pensadas diseñar en el departamento. Una con sede en Tacuarembó, con las seccionales del área metropolitana, otra con sede en Caraguatá, Seccional Octava y la de Paso de los Toros, que sería la Zona Sur. Esto significa que cada una de las zonas tenga grupos tácticos, policía comunitaria, violencia doméstica y un departamento de investigaciones. El nuevo diseño de las jurisdicciones de las seccionales estaría próximo a aprobarse ya que el actual no se adecua a la realidad del área metropolitana de la población de Tacuarembó.

El Encargado de la dirección de la zona interior: Mtro. Alberto Brusa deja claro las funciones que continuará cumpliendo el organismo Jefatura de Policía y su vinculación con el INR: “Las Jefaturas de Policías tienen el cumplimiento de la seguridad ciudadana y va a disponer de sus profesionales, eso es por un lado y por el otro lado está a creación del Instituto Nacional de Rehabilitación que era una deuda de muchísimos años, de más de cien años, que tenía el Uruguay. De los países de América son dos los que la policía se hacía cargo de las cárceles. De esta manera con la creación del INR, se busca que los sistemas penitenciarios sean realmente lugares de rehabilitación”. Agregando “desde ahora la unidad constituida en Tacuarembó, hace entrega al INR del Ministerio del Interior de la responsabilidad, ejecución y llevar adelante el sistema penitenciario, hubo una preparación de más de cinco meses entre el Oldemar Avero y quien es el director de la Unidad, Comisario Inspector Edison Núñez”, quien estaba como Director de la Unidad 12 de “Cerro Carancho” en el departamento de Rivera, una de las mayores unidades del país. “El gran desafío ahora es sacar la cárcel de donde está, en el centro de la ciudad, construir y trasladarla a la zona de la Villa, concretándose como espacio de rehabilitación” concluyó Brusa.

Estas unidades tienen como característica la mínima seguridad y se observa a la Villa un lugar con todas las condiciones para hacer un cambio progresivo, permitiendo que los privados de libertad vayan avanzando en su recuperación.

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