El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, visitó las zonas afectadas por las inundaciones ocurridas en diciembre en el departamento de Salto, para organizar los dispositivos sanitarios que permitan el retorno seguro de los desplazados a sus hogares. El ministerio participará activamente en el reparto de insecticidas, filtros solares para los niños y la distribución de hipoclorito de sodio para uso doméstico.
Tanto la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) como el Centro Médico de Paysandú trabajan activamente en las rondas sanitarias para controlar los carné de vacunación para prevenir sobre todo la hepatitis y proveer medicación, sobre todo crónica. “Venimos muy bien en esa coordinación”, aseguró el ministro.
Las rondas sanitarias observan riesgos de enfermedades infecciosas en la piel, la higiene para la manipulación de alimentos, control del agua potable para evitar gastroenterocolitis y el control de mordeduras de alimañas y picaduras de mosquitos.
Basso sostuvo que “hay que dar señales para no bajar la guardia, sobre todo cuando las aguas vuelvan a su cauce porque podrían quedar situaciones que, durante un tiempo importante, pueden generar riesgos sanitarios, para lo cual hay que trabajar desde ahora”.
Explicó que “hay un número muy importante de personas que están en contacto directo con aguas con alto riesgo” por lo cual “estamos en permanente contacto con las delegaciones departamentales del ministerio y los servicios de salud del Estado”, dijo el ministro.
Finalmente, Basso reconoció de forma positiva la labor que desde el primer momento ejecutan el Sistema Nacional de Emergencias y las intendencias municipales ante esta situación, que calificó como “compleja”.
El ministro Basso estuvo acompañado por el director general de Salud, Jorge Quian, que mañana recorrerá las ciudades de Rivera, Bella Unión y Artigas. En paralelo, la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, recorrió esta jornada el departamento de Paysandú con el mismo objetivo.
Desde el Ministerio de Salud Pública recomiendan extremar el cuidado durante la manipulación de alimentos y del agua para beber, lavarse las manos con agua segura y jabón antes de preparar o ingerir alimentos así como después de usar el baño o manipular objetos contaminados con agua de la inundación, y evitar el contacto de la piel con aguas servidas.
Además, solicitan que los padres controlen que niños y niñas cuenten con el carné de vacunación al día y, en caso contrario, vacunarlos de forma inmediata. El ministerio incluye en sus advertencias asegurarse de la ausencia de riesgo eléctrico antes de tocar cualquier objeto, así como vaciar recipientes para evitar la cría de mosquitos, insectos que funcionan como vectores de varias enfermedades.
El agua segura se prepara con dos gotas de hipoclorito por litro de agua y dejando en reposo por media hora antes del consumo. También se puede hervir el agua durante 3 minutos hasta que enfríe.
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