Hallazgo de acuífero en un pueblo de Durazno se transforma en un proyecto para construir un centro termal. A principios de diciembre del año pasado un acuífero de aguas termales fue encontrado en la localidad de Centenario, en el departamento de Durazno. Este hallazgo surgió como resultado de años de búsqueda y exploraciones geológicas en la zona. El acuífero tiene una temperatura de 25 grados y una edad estimada de 400 millones de años. Una vez conocida la novedad, el grupo de personas que estuvo encargado de las investigaciones planea construir un centro termal en esa zona con el objetivo de reactivar la región. Para conocer más sobre este proyecto, En Perspectiva (El Espectador) entrevistó al doctor Wilson Ramírez, integrante del grupo promotor del emprendimiento termal, y a Miguel Denis, responsable de la Oficina Municipal de Centenario y secretario de la Junta Local. Ramírez dijo que se trata de «acuíferos diferentes» a los de Salto y Paysandú, ya que estos últimos «se nutren del acuífero Guaraní» y el de Centenario «es de aguas más superficiales», «salinas» y contienen «oligoelementos muy importantes que le dan características de un perfil netamente terapéutico». Por su lado, Denis señaló que aunque aún el complejo no está desarrollado, «la gente ya está mirando y soñando con ese emprendimiento, y se está preparando».
JUAN ANDRÉS ELHORDOY: Imagínense esta escena: una gran máquina perforadora que llega a 380 metros de profundidad en un territorio y de inmediato un chorro de agua que asciende varios metros hasta el cielo. Esto es la comprobación de que hay un acuífero de agua termal salada que tiene miles de años. En Pueblo Centenario, una pequeña localidad del departamento de Durazno, enfrente a Paso de los Toros, con el río Negro de por medio, esta escena de la máquina y el agua surgiendo se vio y se escuchó el 4 de diciembre pasado. Vale la pena recordar que desde hace varios años un grupo de personas de la zona ha venido trabajando en este hallazgo, para el cual tienen ya diseñado un proyecto para construir un gran centro termal que tendría un importante impacto en esta región. Se trata de un centro termal de agua marítima con temperaturas en el entorno de los 30 grados. Vamos a conocer más de esta iniciativa y de las características de esta agua termal salada en diálogo con el doctor Wilson Ramírez, una de las personas que llevan adelante esta iniciativa, y con Miguel Denis, responsable de la Oficina Municipal de Centenario y secretario de la Junta Local. Miguel está en Centenario.
MIGUEL DENIS: Estamos en Centenario, en la oficina de la Junta Local.
JAE – Y Wilson Ramírez está en Paso de los Toros.
WILSON RAMÍREZ: Sí, yo vivo acá en Paso de los Toros, pero pasar el puente es una cosa rutinaria. Centenario y Paso de los Toros son una sola cosa. Es un área de influencia que está muy ligada por razones logísticas, de servicios y un montón de otras cosas.
JAE – ¿Cómo está el tiempo por allí?
WR – Espectacular. Una mañana con temperatura bastante alta, de 26, 27 grados, cielo despejado, una suave brisa. Para nosotros, que somos de recorrer el ambiente natural, esto todavía sigue siendo una comarca. Es muy tranquilo.
JAE – Denis, vamos a describir Pueblo Centenario. Uno va por ruta 5 y antes de llegar al puente sobre el río Negro se encuentra con Pueblo Centenario. ¿Cuántas personas viven allí?
MD – Es una localidad rural del departamento de Durazno. Está pegada al Río Negro, en el mismo puente Centenario sobre la ruta 5, en el kilómetro 247. A ambas márgenes de la ruta 5 se encuentra la localidad, con una población –con las zonas aledañas dentro del departamento de Durazno – que ronda los 2.000 habitantes.
JAE – ¿De qué vive la gente ahí?
MD – La mayoría son empleados públicos, militares, rurales, y unos cuantos dependen de trabajos particulares en Paso de los Toros.
JAE – Por ahí también está la estación de trenes. El tren de AFE pasa por ahí.
MD – No, pasaba antes, Centenario está bastante distante, a unos tres kilómetros de donde pasa el tren. La estación está más bien en la ciudad de Paso de los Toros.
JAE – Ramírez, si bien ahora se comprobó la existencia de este acuífero, el trabajo tiene más de 10 años. ¿Cómo surgió la idea de comenzar a buscar un acuífero allí?
WR – Es una idea original de uno de los integrantes del grupo, Gustavo Ostia, que tiene una propiedad rural a dos kilómetros de Paso de los Toros, en el departamento de Tacuarembó. Se hicieron los primeros estudios en serio, estudios hidrogeológicos que determinaron fehacientemente que aquí había un acuífero. Porque hasta que no se hace la perforación no se puede comprobar. Están todos los elementos en un porcentaje muy elevado de que existe un acuífero y en determinados lugares –porque el acuífero tiene una forma muy aleatoria de presentarse – su existencia es bien segura, pero se tiene que hacer la perforación. Está siempre dentro de los márgenes (50%, 70%) de encontrar ese acuífero.
JAE – ¿Qué indicios tenían?
WR – Teníamos un indicio muy importante que tiene que ver con un pozo que ya se había hecho. Se habían hecho cientos de pozos cuando se implantó la represa de Rincón del Bonete, por los alemanes. Tuvieron que hacer un estudio del perfil del suelo para implantar la represa y se hicieron muchos pozos de esta naturaleza, de 380, algunos de casi 400 metros. Todos esos pozos después quedaron debajo de la represa, pero quedó uno que es el referente que teníamos y que nos sirvió para estudiarlo. Solicitamos la autorización a UTE para hacer los estudios y confirmamos que existe un acuífero que tiene determinadas características. Eso nos animó mucho más, porque hay otro pozo que hizo Ancap cerca de acá, en Salsipuedes, que también nos sirvió de referencia para alentarnos a seguir estudiando el tema. Se hicieron más de cinco o seis estudios hidrogeológicos para conocer exactamente cómo era la situación. Después surgieron algunas cosas como hacer el cateo correspondiente, que se puede hacer de distintas modalidades, por ejemplo se hizo un estudio electromagnético y se hizo el pozo por perforación. Este es el más convincente de todos, porque hasta que no ve fluir el agua la gente no cree en estas cosas. Y dar con el acuífero no es una cosa sencilla, hay que tener suerte en el sentido de que la perforación dé justo en un sector donde está presente, porque tiene una morfología que uno no puede determinar, de repente entra a cinco centímetros y no tiene nada. Pero dimos con ese acuífero y ahí empezamos a respirar, a hablar con mayor optimismo de lo que habíamos puesto en este emprendimiento.
JAE – ¿El acuífero queda del río Negro para el sur o está en los dos departamentos?
WR – El acuífero ocupa un enorme espacio, nosotros estudiamos distintos padrones. Desde Rincón del Bonete hasta Paso de los Toros estudiamos más de 30 padrones. Pero no todos están disponibles para la venta. Conseguimos este que estaba en Centenario y en ese fue que encontramos que había la posibilidad de explotar el acuífero y dimos con él hace un mes.
JAE – Se lo pregunto para saber cómo puede impactar en la zona. Puede tener impacto en Pueblo Centenario y en Paso de los Toros.
WR – Sí, Centenario y Paso de los Toros son una sola cosa, son una simbiosis, sobre todo porque todos los servicios más importantes desde el punto de vista sanitario, logístico, comerciales, están en Paso de los Toros. Por supuesto que el desarrollo socioeconómico que Centenario pueda tener en el futuro va a determinar que después tenga su propia autonomía, pero por el momento es Paso de los Toros el que tiene los servicios más importantes.
JAE – Veamos algunas características. ¿La temperatura del agua es de 30 grados?
WR – No, hasta ahora por la perforación se puede decir que es un acuífero hipotermal, según la catalogación. Entre 21 y 35 grados se habla de hipotermal, y constatamos que nuestro acuífero tiene 25 grados. Falta seguir monitoreando, hay que dejar depurar el pozo, el acuífero todavía está mandando a través de la perforación muchos detritus sedimentos. Hay que dejar escurrir para que el pozo tenga después un vertido más terminado, y eso lleva un procedimiento que según los geólogos puede llevar uno o dos meses.
JAE – Desde la audiencia preguntan a qué se debe la salinidad del agua.
WR – Tenemos que hacer los estudios paleontológicos del perfil del piso. Cuando hacemos la perforación se van sacando muestras de los distintos estratos, y ahora queda por hacer el estudio de ese perfil del suelo. Hay estudios que tienen que ver con la característica de los minerales del suelo, pero también con la posibilidad de encontrar organismos que establezcan que es un acuífero de origen marino. Eso lo puede determinar el estudio que estamos por realizar para ver si hay mega o microorganismos prehistóricos. La única forma de llegar ahí es utilizando un método que hace el geólogo de Ancap, que tengo entendido que es el único que está capacitado para realizar este tipo de cosas que para nosotros determinaría la edad del acuífero, que calculamos que es de unos 400 millones de años.
JAE – Hay una diferencia con respecto al agua termal de Salto y Paysandú.
WR – Sí, son acuíferos diferentes, porque Salto y Paysandú se nutren del acuífero Guaraní, y este es un acuífero de otra naturaleza, de aguas más superficiales. Se puede decir que hay de aguas profundas como los de Salto y Paysandú, mesotermales de estructuras de profundidades medias y epitermales como en el nuestro, de 300, 400 metros. Y es termal simplemente porque tiene temperaturas superiores a las de aguas del ambiente y superficiales. Con cinco grados por arriba de las temperaturas del agua superficial ya se considera de tipo termal. Y es salina porque ya la estudiamos, porque es del mismo acuífero del pozo de Rincón del Bonete. Ya las estudiamos desde el punto de vista analítico y se determinó que son cloruradas (cloruro de sodio) y sulfatadas (sulfato de magnesio) y contienen otros oligoelementos que también son muy importantes y que le dan características de un perfil netamente terapéutico. Tenemos esa enorme virtud que tenemos que ver comercialmente, porque se puede catalogar de muy preciada.
JAE – Hay oyentes que plantean el caso de Guichón; ¿las de Guichón también son saladas?
WR – Son saladas también, no tengo exactamente las características analíticas de esa agua. Puede ser que haya algún vínculo, no puedo asegurar que sea el mismo acuífero, pero algún nexo tiene que haber, aunque las de Almirón están a mayor profundidad, son mucho más profundas, el acuífero es más profundo. Pero pueden estar vinculados por alguna veta, alguna comunicación. Puede haber ese tipo de cosas. Pero desde el punto de vista de la salinidad, de repente son similares, y aquellas fueron catalogadas también como de origen marino. Para aseverar eso tenemos que hacer los estudios correspondientes y determinar la presencia de microorganismos que estuvieron hace millones de años.
JAE – Veamos el impacto que ha tenido la confirmación del acuífero y de las aguas termales. Denis, ¿qué se puede decir con respecto a los cambios que puede experimentar Pueblo Centenario?
MD – Son muy grandes, ya se vive esa expectativa. Estábamos esperando el resultado de este pozo desde hace mucho tiempo con el grupo termal. Fue una emoción muy grande para nosotros, porque acá veíamos la perspectiva de futuro para la población en general y principalmente para la gente joven. Más allá de ser un emprendimiento termal, tiene raíces muy grandes, muy extendidas en distintos rubros. Por ejemplo, Centenario es una localidad que hace cinco años no superaba los 700 habitantes y hoy tiene más de 2.000, no teníamos una gomería y hoy hay tres servicios de gomería, no teníamos supermercado y hoy hay uno, hace pocos días se inauguró un parador y en estos días se instala una farmacia.
JAE – Eso es por el efecto del desarrollo agropecuario.
MD – Todo este efecto termal ha traído esa expectativa y la gente ya está ganando su lugar para priorizar su comercio en los distintos ramos.
JAE – Porque hasta ahora hablamos de un pozo pero no hay nada desarrollado en términos turísticos.
MD – Exacto, no hay nada desarrollado, pero la gente ya está mirando, soñando con ese emprendimiento y se está preparando. Acá tenemos que prepararnos, porque lo que se viene no es solo para Centenario, también es para Paso de los Toros, es muy grande y es una realidad que estábamos esperando. Dios mediante a fines del 2011 nos tocó la varita mágica y hoy la estamos disfrutando y soñando que esto dé comienzo a la brevedad.
JAE – Me pregunto, por ejemplo, cuánto han variado los precios de los terrenos.
MD – Hace cuestión de 10 años acá en Centenario de repente tú venías y comprabas un terreno por 1.000 pesos, y te hacías cargo de la contribución y ya estaba. Hoy un padrón común, el más chico anda en los 5.000 dólares, y de ahí para arriba. En la avenida sobre el lateral de la ruta ya te están pidiendo 8.000, 10.000 e incluso más, y se está vendiendo. Eso es lo que más sorprende, no es gente de acá de la localidad, gente de muchos lados, de distintos departamentos ya está comprando acá en Centenario.
JAE – Con respecto a los próximos pasos a dar, ¿qué autorizaciones les tiene que dar la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama)?
WR – Tenemos que tener la habilitación de esa oficina para hacer las modificaciones pertinentes para el proyecto. Tenemos un terreno muy irregular que tiene una zona muy alta, donde está proyectada la zona hotelera, que tiene excelente vista hacia el río, y después tiene zonas que están por debajo de la cota 60; eso hay que solucionarlo para estar exentos de los problemas de crecidas del río.
JAE – Estamos hablando de un proyecto en el que hay hotel, bungalós, campo de deportes, muelle. ¿A qué público apuntarían con esta iniciativa?
WR – Como tenemos un servicio para itinerantes estamos abiertos a todo el público, después hay un turismo muy receptivo que tiene que ver con la hotelería, gente con poder adquisitivo, porque al hotel no todo el mundo puede ingresar. Pero tenemos el sector intermedio, que es fundamentalmente el perfil del turista termal, para los que tienen posibilidades de desplazarse por sus propios medios y alojarse en un bungaló, por ejemplo. Tenemos más o menos previstos distintos sectores para la gente que no tiene posibilidades, que puede ir en ómnibus, un servicio para el día para los itinerantes, sectores intermedios en búngalos y la parte de hotelería de mejor nivel.
JAE – ¿Campo de deportes?
WR – También hay un campo de deportes previsto y hay espacio para eso. Estuvimos estudiando la posibilidad de hacer un centro de alto rendimiento, porque acá en el centro del país no hay y sería muy bueno porque estamos en el medio. Ofreceríamos los servicios ideales, con piscinas con efecto terapéutico, para hacer pretemporadas de distintos tipos de equipos. Pero eso no lo podremos hablar hasta que no tengamos una relación más intensa con los inversores.
JAE – Ustedes trabajaron primero en la búsqueda de terrenos. Forman un grupo de 13 profesionales de la zona.
WR – Sí, somos 13 personas, la mayoría profesionales, y sobre todo con un espíritu muy emprendedor. Acá hablamos de un predio de 10 hectáreas sobre la orilla del río. En la orilla sur del río Negro, frente a Paso de los Toros, en el famoso paso que originó el Paso de los Toros, en la picada que originó el nombre de Paso de los Toros. Tiene su importancia desde el punto de vista histórico.
JAE – ¿Cómo siguen con el proyecto? Están a la búsqueda de algunos inversores para desarrollarlo. ¿En cuánto estiman la inversión total? ¿Cómo van a dar los pasos?
WR – Tenemos contactos con dos y ahora se sumó un tercer inversor que tiene interés. Pero son contactos preliminares, se está en plan de estudio, los estudios económicos son los que mandan acá, y son esos contactos. El monto es variable según lo que pretenda el inversor. Por supuesto que fijamos algunos elementos en el plan director que realizó el arquitecto Giacosa, que es uno de los integrantes del grupo. Por razones de competitividad, fijamos un hotel que tendría que estar en un nivel de cuatro estrellas, porque de esa manera podemos competir bien con lo que hay actualmente en termas, y pusimos 40 habitaciones simplemente por una razón de eficiencia, porque establecer un hotel de 20 habitaciones […] que para 40. Después 20 bungalós y todo lo que es servicio de itinerantes y de playa, que va todo junto. Eso depende de los niveles de construcción, pero un hotel de esa categoría puede andar en cinco o seis millones de dólares mínimo, y los 20 bungalós de buen nivel, que tienen que ser competitivos con lo que hay actualmente, son dos millones y medio más. Empieza a sumar y anda en 15 millones de dólares sin ningún problema.
JAE – Para terminar, Denis, ¿qué les queda por hacer al Municipio, a la Oficina Municipal de Centenario, a la Junta Local, a la Intendencia de Durazno?
MD – Hay mucho para hacer. Quiero destacar que cuando fuimos a hablar con el señor intendente Benjamín Irazábal y comentamos estos proyectos para Centenario, el intendente, con una visión de futuro, inmediatamente trató de hacer un trabajo – que fue excelente –, las bisectrices territoriales para la localidad de la zona de Centenario. Durazno fue uno de los primeros departamentos en regularizar la parte territorial con la ley nueva, y eso permite la instalación de estos emprendimientos en la zona de Durazno. Le estoy hablando del boom que es el proyecto termal: un frigorífico que estaría comenzando a mediados de junio, un aserradero moderno de madera ecológica – por el tratamiento –, que se instaló en Centenario, próximamente se estaría firmando un contrato para 100 molinos de energía eólica en la zona periférica de Centenario. Hay unos cuantos emprendimientos que el señor intendente vio con una visión de futuro tremenda para la localidad y la zona, y sobre esa base armó un equipo excepcional de técnicos para que esto fuera una realidad, más que nada para Centenario. Falta mejorar mucho con respecto a servicios, caminería, calles, pero estamos en eso, se está trabajando y Dios mediante creo que va a ser un año 2012 de mucho trabajo pero de mucha alegría y felicidad no solo para la zona de Centenario, también para los buenos vecinos de Paso de los Toros. – De espectador.com (18.1.202)
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