“Nos comprometemos, de acuerdo al punto 11 de la resolución, a impulsar la definición de una agenda regional de desarrollo social inclusivo basada en políticas públicas que intervengan sobre las desigualdades estructurales y los nuevos desafíos derivados del cambio tecnológico y de la necesaria transición a una economía ambientalmente sostenible, en el marco de la Agenda 2030”, dijo Arismendi al cerrar la reunión de la Cepal.
Arismendi reafirmó la importancia de la creación sostenida de empleo productivo y trabajo decente, así como del acceso garantizado a educación y salud. Reivindicó, asimismo, sistemas universales de protección social basados en enfoque de derechos en los que se incluyan políticas de cuidados que aseguren la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad y entre mujeres y hombres. Agregó que es indispensable, para consolidar y profundizar los avances de la región, la reducción de la pobreza y la desigualdad, con énfasis en los enfoques generacional, de género y de derechos humanos.
Según destacó, en la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el gobierno de Uruguay del 25 al 27 de este mes en Montevideo, los países coincidieron en que la superación de la huella social del actual modelo de desarrollo y el logro del desarrollo social inclusivo son fundamentales para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los delegados valoraron los avances logrados por la región durante los últimos 15 años en la reducción de la pobreza y la desigualdad, pero observaron con preocupación la tendencia hacia la reducción de los presupuestos destinados al desarrollo social en la región y el posible debilitamiento de los sistemas de protección social que esto puede provocar.
Laís Abramo, directora de la División de Desarrollo Social de la Cepal, destacó que las delegaciones aprobaron un documento de 24 puntos de desarrollo inclusivo y que seguirán trabajando en la conformación de una red regional que, destacó, comparten el documento Brechas, ejes y desafíos en el vínculo entre lo social y lo productivo para el análisis en la región por parte de la sociedad civil y el ámbito académico, además de promover diálogos sociales. Abogó por un cambio en el estilo del desarrollo vigente en pos de la articulación de políticas sociales, económicas y ambientales y por evitar los retrocesos en materia de erradicación definitiva de la pobreza y la desigualdad y avanzar en el desarrollo sostenible para que nadie se quede atrás.
En las resoluciones del encuentro, los países se comprometieron, a impulsar la definición de una agenda regional de desarrollo social inclusivo, en el ámbito de la dimensión social de la Agenda 2030, para lo cual solicitaron la asistencia técnica de la Cepal. Los delegados señalaron que se debería atender especialmente a niños y adolescentes; personas mayores; jóvenes; mujeres; pueblos indígenas; población afrodescendiente; personas con discapacidad; personas que habitan en zonas rezagadas, y personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales, así como a migrantes, poblaciones afectadas por los desastres y el cambio climático y los desplazados por conflictos dentro de su territorio.
La mesa directiva de la conferencia quedó integrada por Uruguay, en la presidencia; como vicepresidentes Brasil, Colombia, Costa Rica, Haití, México, Panamá y República Dominicana. La Segunda Reunión de la Mesa Directiva se llevará a cabo en Panamá en 2018, en conjunto con el X Foro Ministerial para el Desarrollo de América Latina y el Caribe, convocado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
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