Durante la cumbre del D9 celebrada en Jerusalén, Uruguay asumió la presidencia del grupo. El prosecretario de Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, informó que esto implica organizar la cumbre el próximo año en nuestro país y conducir los grupos de trabajo referidos a identidad digital, inteligencia artificial y derechos digitales.
En febrero de este año, Uruguay fue el primer país latinoamericano en ingresar al Digital 9 (D9), espacio de trabajo de los países con gobiernos más digitalizados del mundo. La agrupación está integrada por Estonia, Israel, Nueva Zelanda, Reino Unido, Canadá, Portugal, México, Corea del Sur y Uruguay. Dinamarca se encuentra en proceso de incorporación. El 21 y 22 de noviembre se realizó una cumbre entre los estados participantes.
El objetivo fue compartir experiencias y aprendizajes, con la misión de lograr servicios más eficientes. Además de las sesiones plenarias, la delegación presidida por el prosecretario de la Presidencia mantuvo reuniones bilaterales con autoridades de Israel, Gila Gamliel (Equidad Social); de Estonia, Rene Tammist (Emprendimientos); de República de Corea, Kim Boo Kyum (Interior y Seguridad), y de Portugal, María Marques (Modernización Administrativa).
“En Uruguay, la introducción de la tecnología constituyó una herramienta fundamental para la equidad y la inclusión social, valores que se encuentran en el corazón de nuestras políticas públicas digitales”, destacó Roballo. Además del acceso universal a Internet, la trazabilidad ganadera y el Plan Ceibal, entre otros proyectos, el Plan Ibirapitá, que apuesta a la inclusión digital de adultos mayores, captó la atención de quienes participaron en la cumbre.
Respecto al espacio de trabajo sobre inteligencia artificial, Roballo remarcó los beneficios y el progreso que implica su uso en áreas del conocimiento humano como salud, educación, industria, agricultura y energía. También mencionó que estudios internacionales alertan sobre los riesgos y prevenciones que se deben tomar.
A modo de ejemplo, mencionó los algoritmos sesgados, la falta de transparencia en mecanismos de decisión automatizada, el menoscabo del sistema democrático cuando se afecta a la opinión pública a través de la desinformación o las mentiras deliberadas, así como la afectación de la privacidad de las personas.
Remarcó que la tecnología y el marco jurídico no son garantías suficientes, sino que es necesario incorporar otras disciplinas como la ética. Según Roballo, “el supervisor europeo de protección de datos generó un espacio de trabajo sobre la materia; no para indicar qué está bien o qué está mal, sino para generar una reflexión sobre el desarrollo de las personas y el respeto de su dignidad”.
En Uruguay, y desde una perspectiva transversal, la Agencia del Gobierno Electrónico y la Sociedad de la Información y el Conocimiento (Agesic) promueve una estrategia de aplicación de la inteligencia artificial en Gobierno Digital. El Ministerio de Industria, Energía y Minería trabaja en cuanto a ciencia de datos y aprendizaje automático con énfasis en el desarrollo productivo. Asimismo, el Plan Ceibal conformó un comité de ética integrado por expertos de múltiples disciplinas y sectores.
La agenda de trabajo incluyó reuniones en las que participó el director ejecutivo de Agesic, José Clastornik. Entonces los representantes acordaron una declaración conjunta que reconoce la necesidad de diseñar políticas y regulaciones apropiadas que permitan comprender, medir y analizar los resultados y decisiones al usar inteligencia artificial
Por último, Uruguay presentó los avances del país en los últimos meses. La síntesis ponderó iniciativas como la digitalización de trámites, el portal gub.uy, registros públicos, infraestructura de datos espaciales, identidad móvil y el centro de operaciones de seguridad digital.
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