Paso Tranqueras, en Rivera, comenzó a nacer en 1892 cuando empezó a operar su estación de trenes. El alcalde, Milton Gómez, se jacta que hubo una terminal antes en su ciudad que en la capital departamental, Rivera. Por eso, no extrañó que los habitantes emocionados desafiaran a las lluvias para volver a ver pasar el primer servicio de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) en 35 años.
El primer tren de esta nueva era, un motocar sueco de dos vagones, llegó a eso de las 8.30, quince minutos más tarde de lo previsto, dice a ECOS el periodista local José María Almada. Es que partió de Tacuarembó a las 7.00, pero cada escala intermedia –Paso del Cerro, Laureles, Brigada Civil de Rivera– era una fiesta y una demora. “Pero lo de hoy fue impresionante. Es increíble el apego que tiene el tren por acá”, afirma el comunicador, que trabaja en radio, televisión y medios escritos de Rivera y de la brasileña Livramento.
Tranqueras se pobló y se transformó en ciudad gracias al tren. Literalmente. No solo en él vinieron sus primeros habitantes, inmigrantes italianos, españoles y libaneses; también ahí se formaron las primeras parejas: “La estación era el lugar social por excelencia. Ahí se iniciaban los noviazgos, esperando a la gente que venía en el tren”, cuenta Gómez. El paso se trasformó en localidad, la localidad en pueblo y el pueblo en villa gracias a la producción de sandía, fruta de la cual Tranqueras ostenta el título honorario de “Capital Nacional”. Por supuesto, la sandía partía a Montevideo en tren.
La vuelta del tren de pasajeros entre Tacuarembó y Rivera –de la cual Tranqueras es su principal parada intermedia- es parte de la rehabilitación de 310 kilómetros de vías férreas entre Rivera y Paso de los Toros. Esto es una inversión de 75 millones de dólares; dos terceras partes provienen del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) y el resto es estatal. Según la web de Presidencia, esto permitirá la circulación de trenes de carga de 20 toneladas por eje a 50 kilómetros por hora y de pasajeros a 80 km/h. En una siguiente instancia, se habilitará el viaje Paso de los Toros-Rivera.
“Para nosotros fue volver al pasado en la era moderna”, resumió, nostálgico, Almada. El alcalde Gómez ya ve, además, el potencial económico y turístico del nuevo servicio, de jóvenes atraídos por la novelería y mayores por la nostalgia.
Por el momento, hay tres servicios semanales: lunes, miércoles y viernes. El tren parte de Tacuarembó a las 7.00 y tiene previsto llegar a Rivera a las 8.53. Por Tranqueras, la antepenúltima parada, pasaría 8.15. El regreso desde Rivera es 17.30 y la hora de llegada a Tacuarembó es a las 19.23; aquí, el pasaje por Tranqueras es a las 18.09.
Económicamente les sirve. Almada dice que para ir en ómnibus a Rivera, distante 54 kilómetros, se paga un boleto de 120 pesos por un viaje que insume una hora. En este caso, el pasaje sale 65 pesos por menos de 40 minutos. “Si esto logra mantenerse en el tiempo, es súper rentable”, indica el periodista.
Extraído de http://ecos.la/UY/
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