A casi tres años de su visita al Uruguay, el ex relator especial de ONU, Manfred Novak, regresó al país y fue entrevistado por la Secretaría de Comunicación. Resaltó la actitud positiva del Gobierno para solucionar los problemas carcelarios detectados en 2009, destacando la eliminación de las llamadas “latas” y la implementación de programas educativos y de rehabilitación. Asimismo, enfatizó en la necesidad de acelerar los procesos judiciales. Novak, integrante de un proyecto de asistencia a gobiernos en Derechos Humanos para la ONU, recordó que en su visita de 2009 en calidad de relator especial, no encontró una situación demasiado grave pero sí malas condiciones de detención, hacinamiento, higiene y una violencia estructural en el sistema, especialmente en las cárceles de Libertad y COMCAR.
Agregó que se sintió muy motivado por la reacción positiva del Gobierno uruguayo porque inmediatamente de su visita, el Presidente aplicó las primeras medidas para revertir las debilidades detectadas en los centros carcelarios. Asimismo, resaltó la actitud positiva del Gobierno actual para mejorar las condiciones de las cárceles y se mostró esperanzado en que el sistema de administración de Justicia Penal también transite ese proceso. Sumado a esto, subrayó el gran espíritu cooperativo que se observa en la sociedad civil en general.
Novak informó que en esta ocasión visitó la cárcel de Libertad donde observó que el módulo “las latas”, tan criticado en su inspección anterior, había desaparecido. Por otra parte, resaltó la existencia de varios programas encaminados para brindar educación, trabajo y programas de rehabilitación para los detenidos. A pesar de estos avances, según Novak aún quedan sin abordar en profundidad, gran parte de las causantes de los problemas penitenciarios. Entre ellas, destacó que Uruguay es uno de los países en el mundo con las tasas más altas de detenidos con prisión preventiva.
En Uruguay, la mayoría de las personas sospechosas de haber cometido un crimen son detenidas en prisión preventiva por un largo tiempo, lo cual contradice gran parte de los estándares internacionales. A su entender, la solución no estaría en incrementar el número de cárceles sino en cambiar el sistema de justicia penal. Se refirió a un encuentro mantenido con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en el que se evaluó cuál sería el sector más adecuado para contribuir de la mejor manera con el proceso de reforma que vive el país.
A modo de resumen, resaltó la voluntad de lograr cambios, tanto del Gobierno anterior como del presente, también ofreció los servicios del programa que dirige en Naciones Unidas.
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