Cerca de 500 personas privadas de libertad realizan actividades deportivas y recreativas en el Centro de Rehabilitación de Punta de Rieles. El Ministerio del Interior contrató dos profesores de Educación Física que trabajan con los reclusos cuatro días a la semana, durante varias horas. El objetivo es promover la práctica deportiva, el esparcimiento, evitar el ocio y la violencia y estimular el buen relacionamiento. La Cartera de Estado puso en práctica el programa de actividades deportivas para personas privadas de libertad en el Centro de Rehabilitación de Punta de Rieles.
Participaron en el acto el ministro Eduardo Bonomi y autoridades de la secretaría de Estado, así como responsables del sistema penitenciario. La iniciativa apuesta a la rehabilitación de los internos.
El programa es liderado por el coordinador de deportes y recreación del Sistema Penitenciario, Fabián Coito, y el coordinador de Pelota al Medio a la Esperanza, Agustín Iparraguirre, quienes junto con las autoridades carcelarias, planificaron el trabajo de campo que realizan dos profesores de Educación Física contratados a esos efectos, con el apoyo de operadores penitenciarios civiles.
En diálogo con la Secretaría de Comunicación, Coito explicó que existían antecedentes de experiencias aisladas de este tipo, “en base a impulsos individuales” y destacó la importancia de la actual sistematización de la tarea. El responsable de esta propuesta aseguró que el desarrollo de la actividad física y la recreación son parte importante de la rehabilitación de las personas privadas de libertad, al igual que el trabajo y la educación. Las tareas se realizarán lunes, martes, jueves y viernes desde la mañana y hasta las 17:30 horas.
Las instalaciones incluyen cancha de fútbol, cancha multideportiva y frontón. Allí se desarrollan las actividades diarias y torneos, además de un complemento de trabajo físico. Coito entiende que este tipo de acciones son una forma de continuar “apuntalando” al establecimiento de Punta de Rieles como “una cárcel modelo”. Recordó que este centro está en una etapa de incorporación de reclusos para descomprimir otras cárceles metropolitanas. Actualmente se alojan allí unas 500 personas, pero se estima la cifra alcanzará las 750 en breve.
Todos quienes están recluidos tienen derecho a participar de estas actividades de esparcimiento, pero algunos prefieren ganar tiempo en educación y trabajo. Coito indicó que desde que se les informó de esta propuesta, gran parte de ellos expresaron su voluntad de participar. La iniciativa se extenderá próximamente a Colonia y Paysandú y también se apoyará la tarea existente en el COMCAR.
“Ellos piden permanentemente este tipo de oportunidades. En los lugares donde se llevó a cabo esta actividad, todos quienes la realizaron hablan de lo importante que es para la convivencia diaria y la rehabilitación, uno de los grandes objetivos del sistema penitenciario”, reflexionó.
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