Uruguay alcanzó en julio el tercer nivel más alto de ponderación en el índice de deuda soberana entre 73 economías emergentes, por sus indicadores ambientales, sociales e institucionales. Estos rubros ponderan factores como igualdad de género, distribución de la riqueza, percepción sobre corrupción, desarrollo de energía renovable, estabilidad política, el estado de Derecho y la independencia del Poder Judicial.
Según el Informe de gestión de deuda pública, publicado el 31 de julio de 2019 por el Ministerio de Economía, los sostenidos avances y liderazgo demostrado de Uruguay en indicadores del medio ambiente, sociales e institucionales (ESG, por su sigla en inglés) se ven también reflejados en los mercados financieros globales y potencian la calidad crediticia del país.
El documento revela que Uruguay alcanzó el mes pasado el tercer nivel más alto de ponderación en el índice de deuda soberana JESG-EMBI entre 73 economías emergentes.
La ponderación de cada país en este índice JESG-EMBI toma en cuenta la estabilidad macroeconómica y la solvencia financiera de un país, así como la sustentabilidad medioambiental, social e institucional, que influyen en las decisiones de inversores internacionales y en fondos soberanos en renta fija en el mundo.
Entre los factores ambientales, por ejemplo, se incluyen las emisiones de efecto invernadero, uso de combustible fósil y desarrollo de energía renovable. Los factores sociales pueden incluir igualdad de género, distribución de la riqueza y percepción de corrupción. Entre los factores de solidez institucional se toman en consideración, entre otros, la estabilidad política, el estado de derecho y la independencia del Poder Judicial.
Por lo tanto, los factores ESG incorporan una perspectiva holística y de sustentabilidad de mediano plazo en las decisiones de inversión financiera.
Más información: ESG risk factors are material for sovereign debt investing
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