El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea permitirá a Uruguay, una vez que se implemente, un aumento mínimo de 1,2% de su producto interno bruto, 3,7% en sus exportaciones, 3,4% en sus importaciones y 0,4% en el empleo, proyectó el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri. Remarcó la importancia de que el país mantenga el estatus y que así no se perjudiquen las reglas de origen de los productos exportables.
“Con el acuerdo entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) se espera un impacto positivo en la actividad económica, flujos comerciales y empleo”, subrayó Ferreri en un desayuno de consulta organizado el miércoles 28 por la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación.
En ese sentido, el viceministro de Economía y Finanzas añadió que en Uruguay se estima un aumento mínimo de 1,2 % en el producto interno bruto, 3,7 % en las exportaciones, 3,4 % en las importaciones y 0,42 % en el empleo. Por su parte, en Argentina el aumento previsto de esas variables, en igual orden, es de 3,33 %, 8,1 %, 7,8 % y 0,7 %, mientras que en Brasil los promedios serían 2,8 %, 7,5 %, 4,2 % y 0,37 %, respectivamente.
Ese convenio, que debe ser ratificado por los parlamentos de los países miembros de ambos bloques, “genera un dinamismo superior y, por lo tanto, esas cifras son un piso de expectativas de lo que puede generar finalmente”, comentó Ferreri. A modo de ejemplo, sostuvo que acuerdos similares permitieron que Argelia multiplicase por trece la inversión extranjera directa en 9 años, Chile por seis en 14 años, Egipto por ocho en 10 años y Albania por cuatro en 6 años.
Respecto de los servicios, Ferreri remarcó que el acuerdo es bueno para Uruguay, pues el bloque europeo es el principal importador de servicios, con más de 800.000 millones de euros al año.
Agregó que este país tiene en la UE uno de los principales destinos de colocación de sus servicios, que lleva al 19 % del total, al sumar 226 millones de dólares a valores de 2016, de los que 86 millones representan actividades financieras y seguros, 76, actividades profesionales, científicas y técnicas, 37 millones, información y comunicación, y el resto, actividades administrativas y servicios de apoyo.
Ferreri remarcó que otro punto que marca la importancia del acuerdo es que mantiene el estatus de Uruguay, porque no se perjudican las reglas de origen, y la firma del convenio para evitar la doble imposición con muchos países europeos.
En relación a la norma de origen de cada producto, el jerarca acotó que se han logrado normas flexibles en los regímenes especiales, como, por ejemplo, zona franca. “Es un reclamo histórico de Uruguay en el Mercosur, porque buena parte de las exportaciones del país salen desde esos centros de acopio”, añadió.
También valoró, durante su exposición de conclusiones, el miércoles, que el acuerdo dinamiza la agenda interna del Mercosur, en tanto el bloque debe armonizar sus normativas para cumplirlo. Además, indicó que impulsa la negociación comercial con otros países, así como los convenios económicos, y que despeja el debate acerca de la pertinencia de formar parte del bloque sureño.
En el mismo sentido, consideró que genera mayores posibilidades de atraer inversiones, estimula la cooperación entre empresas y, con ello, la inserción en cadenas globales de valor, además de generar condiciones similares respecto de las de otros exportadores en los mercados agroalimentarios.
Por otra parte, señaló que mejora la competitividad de las importaciones de bienes intermedios y de consumo cuya oferta era, hasta ahora, exclusivamente regional.
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