El crecimiento económico sin interrupciones por 16 años, junto a las políticas públicas que ubicaron a Uruguay entre los estados con mayor reducción de la desigualdad y la ampliación de derechos, forma parte de un rumbo estratégico que posiciona al país en un lugar destacado, consideró el subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri. «Cuando combinamos estos factores, hablamos del verdadero desarrollo», sintetizó.
Ferreri consideró que el concepto de desarrollo incluye al crecimiento económico, pero también a la reducción de la desigualdad, a lograr mayores niveles de cohesión social y una agenda de ampliación de derechos y su ejercicio efectivo por parte de toda la ciudadanía. “Cuando combinamos todos estos aspectos, hablamos del verdadero desarrollo, sin caer en visiones que reducen el concepto a lo económico o productivo”, acotó.
En este sentido, dijo que Uruguay muestra un rumbo estratégico con resultados positivos. Por ejemplo, se concretaron 16 años de crecimiento sin interrupciones, el más importante de la historia contemporánea, calificó.
Al mismo tiempo, los indicadores sociales muestran reducción de la pobreza del 40 % al 8,1 % y una indigencia estimada en 0,1 %, un índice de Gini (que mide la distribución del ingreso) de 0,46 en 2004 a 0,38 en 2018. También incluyó la consolidación de una agenda de derechos como el matrimonio igualitario, la identidad de género, el acceso a bienes y servicios de las minorías, la protección social a trabajadores del ámbito rural y doméstico, la regulación del cannabis.
“Con respecto a 2004, Uruguay es hoy una sociedad más rica, más igualitaria, pero también más libre; vemos que este enfoque que ha seguido nuestro país es el que manejan los países más avanzados, como observó esta semana el director del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Mario Pezzini”, dijo Ferreri en referencia a la presentación en Montevideo esta semana del documento Perspectivas económicas de América Latina 2019. Desarrollo en transición.
Por tanto, concluyó Ferreri, «esta mirada amplia tiene como objetivo la igualación de oportunidades, Uruguay definió un rumbo claro, que lo convierte en un ejemplo para la región».
Reiteró que Uruguay genera en el exterior una enorme confianza, demostrada en las notas de la deuda pública por parte de cinco calificadoras internacionales, un índice de riesgo país que se ubica por debajo del promedio de los países emergentes con grado inversor, la colocación de títulos de deuda con intereses bajos, y la instalación de UPM, que se constituyó en la mayor inversión de la historia del país.
Sobre esta base, adelantó, se suman 2.000 millones de dólares de inversión pública en infraestructura vial, ferroviaria y educativa. “Todo esto le da a Uruguay un piso de inversión que generará un crecimiento superior al registrado hoy, por lo tanto, las perspectivas para el país son buenas, más allá de la crisis regional y de la volatilidad e incertidumbre a nivel global”, explicó.
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