ARTIGAS: apicultores administran sala de extracción de miel

» style=»border-right: 0px; border-top: 0px; display: inline; margin: 5px 10px 0px 0px; border-left: 0px; border-bottom: 0px» height=»151″ alt=»» src=»http://www.tacuarembo2030.com/images/stories/APICULTORES.jpg» width=»200″ align=»left» border=»0″ /> La sala comunitaria es utilizada por 22 apicultores de los alrededores de la ciudad de Artigas. Se ubica en el empalme de la rutas números 30 y 4, en un predio de la escuela agraria. Fue inaugurada en diciembre de 2011 y tiene habilitación sanitaria del MGAP. La obra demandó una inversión de US$ 85.000. El Fondo de Desarrollo del Interior de la OPP financió el 77% de la inversión y la Intendencia de Artigas el restante 23%. Una comisión administradora, integrada por dos funcionarios de la Intendencia de Artigas y tres productores apícolas, es la responsable de gestionar el emprendimiento de extracción de miel. La sala se financia mediante el cobro de un porcentaje de la miel extraída. “Iremos pagando paulatinamente todos los costos y una vez que se cubran el porcentaje irá bajando», aseguró a la Secretaría de Comunicación, uno de los administradores del proyecto, Pablo Montero.

La obra disminuye los costos de producción, cubre la demanda de extracción y mejora la calidad de la miel, aseguró el apicultor. La sala cumple asimismo con las condiciones higiénicas que exige el mercado europeo. Montero aseguró que soluciona los inconvenientes generados en la extracción con equipos manuales, realizada en los propios predios. “Si bien los extractores manuales tienen pintura sanitaria, esta se desgasta y la miel está en contacto con el hierro o otros metales del extractor”, afirmó el productor. Agregó: “Además extraer en el campo puede ocasionar que se incorporen contaminantes orgánicos, tales como tierra”. La sala de extracción tiene también un depósito que permite almacenar 30 tanques de miel.

Miel de Artigas – La miel de Artigas es multi floral; la producción es básicamente de pradera y de eucaliptos. Además es muy inocua, dado que los apicultores no utilizan productos químicos en las floraciones. “Realizamos únicamente la cura tradicional contra la enfermedad Varroa y nunca hubo incidencia de la Loque americana”, indicó.

Ciclos productivos – “En julio estamos en un período de invernada y las colmenas están en receso. A fines de mes comienzan los primeros tirajes de reina y el desarrollo de las colmenas para la primavera”, explicó Montero. Luego se hacen núcleos en setiembre, que se venden a los productores del sur, y se desarrollan paralelamente colmenas para la producción de miel. “A mediados de octubre aparecen las primeras cosechas, sustentadas en la floración primaveral de los montes nativos y eucaliptos colorados. En noviembre se mueven las colmenas hacia las praderas. Después en enero hay una preparación para la floración de otoño, y las colmenas se trasladan a Rivera”, explicó el productor. Generalmente se usan tierras “de prestado”, aseguró.

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