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La obra disminuye los costos de producción, cubre la demanda de extracción y mejora la calidad de la miel, aseguró el apicultor. La sala cumple asimismo con las condiciones higiénicas que exige el mercado europeo. Montero aseguró que soluciona los inconvenientes generados en la extracción con equipos manuales, realizada en los propios predios. “Si bien los extractores manuales tienen pintura sanitaria, esta se desgasta y la miel está en contacto con el hierro o otros metales del extractor”, afirmó el productor. Agregó: “Además extraer en el campo puede ocasionar que se incorporen contaminantes orgánicos, tales como tierra”. La sala de extracción tiene también un depósito que permite almacenar 30 tanques de miel.
Miel de Artigas – La miel de Artigas es multi floral; la producción es básicamente de pradera y de eucaliptos. Además es muy inocua, dado que los apicultores no utilizan productos químicos en las floraciones. “Realizamos únicamente la cura tradicional contra la enfermedad Varroa y nunca hubo incidencia de la Loque americana”, indicó.
Ciclos productivos – “En julio estamos en un período de invernada y las colmenas están en receso. A fines de mes comienzan los primeros tirajes de reina y el desarrollo de las colmenas para la primavera”, explicó Montero. Luego se hacen núcleos en setiembre, que se venden a los productores del sur, y se desarrollan paralelamente colmenas para la producción de miel. “A mediados de octubre aparecen las primeras cosechas, sustentadas en la floración primaveral de los montes nativos y eucaliptos colorados. En noviembre se mueven las colmenas hacia las praderas. Después en enero hay una preparación para la floración de otoño, y las colmenas se trasladan a Rivera”, explicó el productor. Generalmente se usan tierras “de prestado”, aseguró.
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