El informe “Estadísticas 2011, persistencia de desigualdades, un desafío impostergable para la reforma social”, manifiesta dificultades de las mujeres para acceder al mercado laboral por tener a su cargo tareas domésticas y el cuidado de hijos. El Gobierno ha tomado medidas para ayudar a que 200 mil mujeres logren encontrar trabajo; implementar el sistema de cuidado en coordinación con los centros CAIF es una de ellas. El Sistema de Información de Género del Inmujeres y el Fondo de Población de ONU presentaron el informe Estadísticas 2011, persistencia de desigualdades, un desafío impostergable para la reforma social.
El acto fue desarrollado en la sede del Ministerio de Desarrollo Social, con la presencia del ministro, Daniel Olesker, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, la directora del Instituto Nacional de la Mujeres, Beatriz Ramírez, las representantes de UNFPA-Uruguay e Inmujeres, Magdalena Furtado y Valentina Perrota respectivamente.
El informe brinda datos sobre el contexto sociodemográfico, donde manifiesta que las mujeres representan el 52% de la población uruguaya, además detalla qué tipos de hogares tienen a su cargo y los trabajos que realizan.
En referencia al mercado laboral, los números indican que en 2011 las mujeres presentan una tasa de actividad veinte puntos menor a la de los varones —74.4% a 55.6%—. En tanto, la tasa de empleo marca un 71% en varones y 51.3% en mujeres y la tasa de desempleo manifiesta un 4.5% en el sexo femenino y 7.7% en masculino. Los números determinan una mejora con respecto al acceso al mercado laboral, en comparación con 2007; la tasa de actividad femenina aumenta tres puntos y la de empleo aumenta cinco. Eso indica que las mujeres logran ingresar en mayor proporción al mercado laboral.
El informe detalla que el comportamiento respecto a la participación en el mercado varía según el género y la cantidad de hijos. Cuanto más hijos tenga la pareja, el hombre trabaja más en tanto la mujer desarrolla tareas de hogar y cuidado de los niños. El documento detalla que el 50% de las mujeres acceden a trabajos en servicios sociales, principalmente salud, educación y servicio doméstico, y que una de cada cuatro mujeres afrodescendientes desempeñan tareas en el servicio doméstico. Además señala que el 13% se dedica al quehacer del hogar y solo el 1% de los varones realizan esas tareas. Los números presentados indican que un gran porcentaje de mujeres no tienen autonomía económica. En referencia con la educación, se exige más a la mujer que al hombre a la hora de acceder a un empleo o mejorar los salarios. La brecha se amplia en la población afrodescendiente.
MIDES – El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, manifestó que la actual Ley de Empleo Juvenil enviada al Parlamento, el Programa Jóvenes en Red; las medidas vinculadas con remuneración salarial, incluyendo en la negociación colectiva, la cláusula de género y su respectivo control para reducir esas desigualdades salariales entre hombres y mujeres son algunas de las políticas que desarrolla el Gobierno.
Olesker afirmó que las políticas sociales deben ir dirigidas a disminuir la brecha en la tasa de actividad porque el número de mujeres que trabajan disminuye cuando aumenta el número de hijos, en cambio la cantidad de hombres que trabajan aumentan. Destacó los avances en el sistema de cuidado infantil, la inclusión de cien Centros CAIF de INAU, el aumento de escuela de tiempo completo y las guarderías en el sector público, como otras políticas realizadas con el objetivo de disminuir desigualdades. El ministro afirmó que el Gobierno ha invertido cuatro mil millones de dólares en políticas sociales, a los cuales se deben incrementar cien millones de dólares más en la Rendición de Cuentas “terminaremos el 2014 con cerca de 5 mil millones de dólares invertidos en políticas sociales contra los 700 que se invertían en el 2004”.
MTSS – El ministro de Trabajo Eduardo Brenta señaló que aún persisten dificultades de acceso de las mujeres al mercado de trabajo ubicadas fundamentalmente con el rol de las mujeres en la sociedad “básicamente tienen el cuidado de niños, personas con discapacidad ó adultos mayores”.
El jerarca detalló que la Inspección General de Trabajo realiza controles e inspecciones a empresas para que las personas que realicen iguales tareas no reciban salarios diferentes. “Para Uruguay la incorporación de la mujer en el merado laboral no es solo un problema de injusticia y de equidad, es un problema de derechos y de desarrollo económico. El sexo masculino ya ha llegado al techo histórico de desempleo, ahora se debe apuntar al recurso humano disponible que son 200 mil mujeres”, finalizó Brenta.
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